PREMISA MAYOR. El fundador del Opus Dei no daba un duro por la salvación del alma de los que se alejaran de la institución, y ponía en duda su felicidad terrena y la salvación eterna.
PREMISA MENOR. A fecha de hoy son más las personas que han estado en el Opus Dei, que las que quedan dentro (por lo menos entre los que pitaron de numerarios/as, agregados/as, numerarias/os auxiliares. (Cfr. Archivos ilegales que hay en delegaciones, asesorias, comisiones y consejos).
CONCLUSIÓN. La institución es una fábrica de infelices en medio del mundo y de condenación eterna porque ya se cuentan por miles los cadáveres que va dejando por el camino.
MonaLisa