Opuslibros - Otras Familias Numerosas y Alegres.- Renard

Hola. Después de leer el agrio escrito de Naranja Agria (que ni pintado el nick), creo que debo contestar.

Yo pertenezco a una de esas familias a las que ella critica tan amargamente. Mis padres son supernumerarios (aunque no son "empresarios de éxito") y en la familia tenemos un buen revoltijo de numerarios, supernumerarios, ex-numerarios y afines. De hecho el único de mis hermanos que no es numerario, supernumerario o ex-numerario soy yo. Mis hermanas y hermanos casados tienen todos un porrón de hijos (yo tengo familia numerosa, y soy el pichafloja de la familia...)...

Todas las Navidades (un día distinto del 24 y el 25, días que nos repartimos entre familias políticas y la nuestra) nos reunimos TODOS los hermanos (incluidos numerarios, ex-numerarios, solteros, casados y demás fauna) en casa de mis padres. Es la bomba. Tenemos que hacer tandas para la comida, ya que de otra manera no cabemos en el comedor ni de coña. No recuerdo el último año en el que faltó alguien. Gracias a Dios somos una familia unida y cuando alguien tiene problemas allí está el resto de los hermanos para ayudar. En estos tiempos de crisis se está notando más que nunca. También tenemos la suerte de vivir todos cerca. Y gracias a Dios ninguno hemos perdido la Fé que nos han transmitido nuestros padres.

En cuanto al Opus Dei, ninguno de nosotros (ni siquiera los ex) está asqueado ni quemado. Algunos somos más críticos que otros y de hecho nos divertimos lanzando puyas a los más "apostólicos", que nos responden con apostolado "hard-core":

- Acabo de estar en una iglesia de San Chema. Qué sobraos sois los del Opus: menudo cuadro de 4 metros encima del sagrario.
- Ya, pero seguro que te has fijado que tiene en sus manos una custodia que está en el centro del cuadro...
- Lo que tú digas. Por cierto, ¿me has conseguido ya la segunda campanada, que en Opuslibros lo van a flipar?
- En cuanto pites de súper te dejaran leer todas las campanadas que quieras.
- Sobrao.
- Capullo.

Por mi parte he de decir que antes, cuando veía algún abuso (numerario-acosando-a-chaval-joven, por ejemplo) lo achacaba a que era un "Numerario-sin-experiencia-con-exceso-de-celo-medio-pirao" pero que eso no era el espíritu de la Obra. Después de leeros durante mucho tiempo me he dado cuenta de que la institución en sí tiene esos graves defectos, ya que no son casos aislados, sino que son casos recurrentes y ocurren en todo el mundo y de la misma manera. La falta de transparencia, la barbaridad de la "Confidencia" sin "confidencialidad", la captación de menores de forma coactiva ("Aunque tú no lo veas yo lo he visto en la oración", "sería una falta de generosidad para con Dios...") y demás burradas te pueden hacer pensar que no hay nada bueno. Pero por otro está la formación religiosa (a mí me han enseñado a amar de verdad a Jesucristo, a la Santísima Virgen, a la Iglesia y al Papa). También están los magníficos curas del Opus que hacen labor en parroquias (en la mía se pasan el día confesando a todo trapo, diciendo misa cuando se lo pide el párroco, etc. y he visto otras parroquias en las que pasa lo mismo). Creo que nunca agradeceré lo suficiente lo que me han dado. También es cierto que en mi caso sólo he recibido "la parte buena", ya que no he militado en las filas de la institución y no he podido vivir en primera persona la mayor parte de esos abusos.

Evidentemente no achaco la felicidad de mi familia sólo al Opus Dei -aunque creo que tiene parte de la culpa- pero creo que tampoco es justo achacar toda la desgracia de esa familia que comenta Naranja Agria a esta institución. Hay casos y casos. Hay gente para todo. Incluso hay gente que parece que sólo existe para que haya gente para todo. Y no se puede extrapolar a partir de un caso. El título "Familias Numerosas y Alegres" para describir ese triste caso, es, siendo bien pensado, y como mínimo, muy parcial.

No sé, igual soy ingenuo, pero soy de los que creo que es posible la reforma del Opus Dei. Es más, parece que la Iglesia ya ha empezado a hacerlo. Y, en mi opinión, el punto de partida para esta reforma está siendo Opuslibros. Algún día os lo agradecerán.

Por último, quiero agradecer una vez más la existencia de este sitio. La primera vez que escribí a Opuslibros, en un tono bastante altivo y casi apocalíptico, recibí una respuesta que me rompió los esquemas, por su amabilidad, cariño y el respeto que destilaba.

Un abrazo,

Renard