Pero esto, ¿qué es?.- Sinmiedo
Fecha Friday, 10 December 2010
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Cualquiera que se asome por primera vez a esta página puede pensar que éste es un foro de extraterrestres. Gentes que se han ido de una institución de la Iglesia Católica y que tienen necesidad de contar sus amargas historias de cuando estaban dentro. Personas que han vivido en un régimen de opresión totalitario, llevando unos horarios de agobio, cumpliendo normas todo el día y haciendo un trabajo esclavo durante años. Una organización fundada por un señor canonizado que deja a la gente tan destrozada que necesita años para recuperarse, si es que lo consigue. Algunos han llegado a morir en el intento...



Otros, escriben desde dentro sin poder salir, porque la obra ha hecho todo lo posible para retenerlos, cortando de raíz cualquier independencia económica, cualquier vínculo afectivo, destruyendo su autoestima, aumentando su sensación de culpa. Gritos de socorro lanzados tímidamente por los que siguen atrapados en la sinrazón. Una joven de 18 años se encuentra con graves problemas de conciencia, porque aún sabiendo que ése no es su lugar, duda y quiere consultar a un sacerdote católico. Y así sucesivamente. Todo esto pasa en la Iglesia Católica, ante nuestros ojos. En pleno siglo XXI.

¿Se puede saber qué tiene que ver todo esto con la Iglesia de Jesucristo y con el Evangelio? ¿Alguien me puede explicar qué tiene que ver todo este montaje con un niño en un pesebre y un hombre desnudo en una cruz? ¿Cómo es posible que esta locura dure tanto tiempo sin que alguien le ponga freno? ¿Por qué no hay una ventanilla de reclamaciones en la Iglesia Católica? ¿Tan difícil es parar los pies al Opus Dei? ¿Tan difícil es hacer justicia y reparar el daño hecho a las víctimas?

La responsabilidad del desastre no se limita a la obra. La autoridad de la Iglesia se dejó llevar por espejismos durante años. Identificó llenar estadios con los frutos del Evangelio. Identificó la Iglesia con el Reino de Dios. Identificó el hábito con el corazón. Se echó en manos de los nuevos movimientos viendo en ellos la tabla de salvación económica y pastoral. Abandonó al resto de la grey a su suerte. Las órdenes religiosas fueron ninguneadas durante decenios, también la pastoral de las parroquias y el clero diocesano. Ni aportaban vocaciones ni llenaban las arcas. Incluso consiguieron dividir a alguna orden religiosa. Y, mientras, los nuevos movimientos se fueron haciendo con parcelas de poder, taparon agujeros y llenaron los estadios de jóvenes enfervorizados.

¿Dónde quedaba el trabajo silencioso de un carpintero cuidado por unos padres sencillos? ¿Dónde quedaba la solidaridad con el sufrimiento ajeno y la atención a los desfavorecidos? ¿Dónde quedaba una religión interior frente a la Ley externa de fariseos y saduceos? Era la Iglesia triunfante. Mandaban en todos los lados.

Ahora se está descubriendo la falsedad del montaje, los falsos oropeles, los 2.000 obispos que apoyaron la beatificación, el silencio cómplice de tantos, el apoyo de algunos para hacer carrera y conseguir la mitra, los cumpleaños con tartas y fiestas rodeados de jóvenes sonrientes, el destrozo de vidas humanas, la falta de respeto a la libertad, la violación de las conciencias, el asalto a las alcobas para imponer el número de hijos, etcétera, etcétera. El problema de la Iglesia está dentro, no fuera, ha dicho Benedicto XVI.

No sé si la Iglesia tendrá el valor algún día de enfrentarse públicamente a esta catástrofe o dejará pasar la tormenta poniendo algún parche. Contra toda esperanza, sigo esperando un nuevo amanecer.

De momento, corre de nuestra cuenta no dejar pasar ni una sola violación de los derechos de los fieles, ni de uno solo de los derechos civiles. Podemos y debemos denunciar sin miedo, ante los obispos, la Santa Sede, y las autoridades civiles de cada país la mínima violación de nuestros derechos y acudir, si se ve conveniente en conciencia, a los medios de comunicación.

En la Iglesia caben todas las sensibilidades, también los movimientos conservadores e incluso los integristas. Lo que no puede soportar por más tiempo son las instituciones que mienten a los fieles y a la autoridad de la Iglesia, enferman a las personas gravemente, y violan derechos humanos y de los fieles con total impunidad. Ha de quedar bien claro que la impunidad del opus se ha terminado.

Seguimos esperando. No lo haremos con los brazos cruzados.

Sinmiedo







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