Opuslibros - Dar el paso.- Maurina

Hola a tod@s,

Con relación al escrito de Goof del 3 de diciembre de 2010 no puedo resistir sino contestar con la esperanza de que pueda leerlo antes de las Navidades.

Creo que Goof ha tenido la valentía suficiente para poner el freno al proceso jurídico aunque los que ya nos hemos ido sabemos que tampoco tiene mucha importancia los pasos que se hayan dado y los que queden pendientes.

Como todos los que nos hemos ido ya nos identificamos plenamente con la situación que vive Goof actualmente.

No pretendo dar consejos ni reglas generales sino que sólo puedo aportar algo derivado de mi experiencia personal. Ahí va.

Si no puedes más, por favor, no luches más contra tu cuerpo. Este, evolutivamente hablando, está diseñado para sobrevivir por lo que, si tu cuerpo no aguanta más, de verdad, no esperes a reventar. No tienen ningún sentido. Sencillamente vete, tómate un tiempo o todo el tiempo, y te vas. Se trata de tu supervivencia por lo que, olvida si tienes o no vocación, si estás haciendo lo correcto o no, y las consecuencias de lo que pretendes hacer. Tu cabeza se puede empeñar en que tienes que seguir allí de cualquier manera incluso a costa de tu salud física y mental. La disyuntiva que te planteas es esa, seguir o irte. Vivir o morir... tan sencillo como eso.

Dices que has hablado con todo el mundo: directora del centro, de San Miguel, sacerdote, etc. No pretendo juzgar a nadie. Sólo tienes que escuchar y atender a una voz. La tuya. Cierras los ojos, respiras profundo, lento y encadenando una respiración con otra hasta que oigas realmente lo que tienes que hacer.

Tu situación me recuerda exactamente a la misma que pasé yo. Cuando decidí irme sencillamente decía lo mismo que tú. No puedo más. No sabía explicarlo ni lo entendía. Sencillamente sentía que no podía más. Y dije que me iba. Sin más. Definitivamente. Racionalmente, no veía nada. Sencillamente, me fui porque, como tú, no podía más.

En fin, lo único que te puedo recomendar es: vete. Pasa las Navidades con tu familia que te acogerán maravillosamente de vuelta. Seguro. Porque te quieren sin más. Sin condiciones, de verdad. Vete. Le dices a todo el mundo que te vas, como y cuando te dé la gana. Sin formalismos porque no los hubo cuando entraste, sin condiciones y sin tonterías. Te vas porque necesitas aire, respirar, y poder pensar y sentir fuera del hermetismo de tu centro (de estudios) en este caso.

Esto es lo único que puedo decirte y que te recomiendo.

Tus "hermanas", las que te quieren, te seguirán queriendo si estás fuera. Las que no te quieran, déjalas, no te preocupes. Te dolerá pero no perderás nada. Al contrario.

Cuidate y ánimo. Y, sobre todo, no dejes pasar la oportunidad de pasar estas Navidades con tu familia de verdad. Todas las Navidades. ¿Te apetece? Pues no dejes pasarlo porque estas Navidades nunca volverán. Habrá otras pero no estas...

Maurina