Últimamente he tenido noticias de varias agregadas mayores, sufriendo Alzheimer y viviendo en residencias. En teoría iban a verlas de sus centros, y el sacerdote, faltaba más, iba a visitarlas periódicamente, les daba a besar la cruz, les daba la absolución... bueno, la típica parafernalia.

En uno de los casos que conozco mejor, fueron los hermanos de esa agd quienes buscaron la residencia para su hermana y la pagan hasta el día de hoy. En la delegación han organizado una especie de planning y cada noche va una agd a darle la cena. Como el planning está formado por las agd de todos los centros, a cada quien le toca muy de vez en cuando. Obvio los comentarios tipo “siempre que el sacerdote la da a besar la cruz, sonríe” o “las enfermeras están edificadísimas viendo el cariño con que se la trata”, fundamentalmente porque no me los creo y no me importan en lo más mínimo.

A lo que voy es a lo siguiente:

1) Esta mujer dejó sueldos y vida en la peña, en el convencimiento de que nunca sería abandonada y siempre la cuidarían, como a un miembro más de la... “familia”. Le dijeron, por activa y por pasiva, que “somos una familia con lazos más fuertes que los de la sangre”, que “la obra es madre guapa” y no sé cuántas patrañas más. Y a la hora de la verdad, quienes han tenido que echar el resto han sido sus hermanos. Eso sí, van a darle la cena y la absolución, sobre todo, vaya que desde la silla de ruedas y entre babeo y babeo, peque mortalmente.

2) ¿Qué está sucediendo con l@s agregados mayores? ¿Quién cuida de ell@s cuando ya no pueden cuidarse? ¿Su... “familia”, a la que ellas dejaron para vivir la voluntad de Dios en esa “gran familia con lazos más fuertes, etc.. etc..”? ¿Y si no la tienen?

3) ¿Se está abandonando a l@s agd mayores, enferm@s, que ya no pueden aportar nada y necesitan cosechar lo que sembraron durante toda una vida? ¿Es posible que suceda eso?

Pocas cosas me revuelven tanto como la injusticia. No quiero ni pensar en que eso pueda estar sucediendo, no quiero pensar en que pueda tratarse así a las personas en sus últimos tiempos sobre la tierra. Si es así, y de verdad que quiero equivocarme y me encantaría que tod@s l@s miembros de la obra que escriben aquí me contradijeran con razones documentadas y fundamentadas. Si eso está sucediendo, pienso que hay que denunciarlo. En el otro lado, ya les hará Dios las preguntas.

“Las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron”  (Martín Fierro)

Mediterráneo