Tampoco conozco personalmente a Nicanor, no juzgo más por lo que ha contado aquí. No tengo información extra. Me parece que está bien contado, razonado, que se entiende, que tiene psicología, y capacidad de ayudar a los demás y que lo hace. De eso se trata. De sus relatos se aprende cómo es la obra entre los hombres y de cómo es en Perú, cuenta experiencias muy variadas de su trabajo, también interesante, de como hacía proselitismo. Nicanor tiene pinta de opusino convincente, los más peligrosos, porque el muchacho vale para enganchar otros prosélitos, entusiasta, coherente, un numerario que no estaba demasiado en "la luna", un poco sí pero no tanto como yo. Me parece que no era de los caraduras, con perdón, como Sarnoso, que supo hacer de su capa un sayo prácticamente desde el primer día. Nicanor se tomaba las normas al pie de la letra y sufrió mucho por ello. Es lo que tiene el opus dei, que cuanto más te lo has creído más daño te hace. Pero al mismo tiempo supo ver las cosas que no casaban entre sí... Yo fui bastante más ilusa que él.

Efectivamente, tras tantos años de mudez y no ser nadie, se nos nota las ganas de hablar ¿y qué? tenemos mucho que decir. El que lo vea como un lamento inútil supongo yo que no lo leerá, yo no lo leería, ¡hay tantas cosas interesantes que leer que hay que seleccionar bastante! Si otras iniciativas serían más útiles, nadie nos impide acudir al obispo de la diócesis respectiva, algunos ya lo han hecho. Me parece que Heidi Berger se ha entrevistado en Alemania con algún obispo o clérigo "bien situado".

Las víctimas de cualquier injusticia bastante hacen con estar vivas y no devolver con la misma moneda.

Desde el momento en que todo esto está colgado en internet esta web de "tertulia opusina" no tiene nada. Aquí no hay hora oficial de llegada y de levantada, y "tema oficial", todo no es rosa: lo rosa es rosa, lo negro es negro y la vida es de muchos colores, no sólo del color oficial.

Ana Azanza