Un amigo mio, supernumerario (pero primero amigo y después super) que conoce mi pasado como numerata, me comentaba hace poco que una conocida de su mujer estaba pensando apuntarse* a la Prelatura y que antes de dar el paso quería informarse bien sobre sus derechos y obligaciones, es decir tener un poco mas clara la película y no simplemente firmar un cheque en blanco.

El caso es que la “captadora” no soltaba prenda. Es decir que las respuestas eran del tipo “que si y que no, pero todo lo contrario, vamos … que ni y, si me apuras, que tampoco o que tal vez si en forma absoluta”.

La aspirante se puso a buscar información en internet y... zas: ¡¡OPUSLIBROS que te crió!! Y feliz se ha leído cuanta instrucción, catecismo, vademecum, carta y recarta que ha encontrado. La cosa -al parecer- como que le ha convencido y que se apunta.

Yo me alegro por ella, porque ha podido ver algo más que lo que le vendían así que su decisión habrá sido mas libre.

Me alegro también por los in que se alegrarán al ver que también colaboramos con el proselitismo (y espero que reconozcan la integridad intelectual y corrección de poner los documentos tal cual son).

Ante mi estupor, mi amigo me ha comentado que ella no ha encontrado en esta página ese odio y rencor del que se habla y que -además- hay muchos in que la usan porque es mas fácil tener acceso a los documentos internos aquí que en los centros (¡¡toma del frasco Carrasco!!).

Bueno, el que ha venido una vez … ya sabe el camino. Solo espero que también tenga tiempo para leerse los recuerdos de tantos.

* He puesto "apuntarse" pues no sé qué es lo que hace un colaborador orgánico.

Zartan