No soy muy constante escribiendo pero me ha impresionado el escrito de Janabenito. ¿Por qué se repite siempre la misma historia? ¿por qué siempre captan al mismo prototipo de personas, valiosas, entregadas, entusiastas, humildes y después una vez dentro las humillan y machacan y las convierten en piltrafas humanas que necesitan recomponerse como si hubieran salido de un campo de concentración?. Son demasiados casos, todos los que aquí escribimos sentimos que algo salta dentro de nosotros cada vez que leemos un testimonio.
La sección de mujeres siempre ha sido mucho más dura que la de los hombres. ¿Cómo puede haber gente "dentro" que aún siga defendiendo lo indefendible?? No es una persona, somos cientos de ellas las que denunciamos los abusos, los chantajes, los cuchicheos, las conveniencias, las faltas de caridad, las diferentes formas de hablarte según si estas solo/a o si hay alguien delante, las mil caras, los diferentes opus según tu cuenta bancaria.... o la de tu familia.
Una persona necesita su "identidad" para vivir, cuando la pierde y en el opus se pierde, la vida es un infierno. Dios nos ha hecho únicos e irrepetibles, ningún Dios querría que dejáramos de ser lo que somos... Y obligarte a dejar de ser tú mismo en nombre de Dios, es un sacrilegio.
Leles6