2001 Odisea del Cyberespacio
Escrivá se jactaba de que el Opus nunca iba a necesitar aggiornarse. En los años 60 la palabra “aggiornamento” estaba de moda, y se usaba sobre todo para referirse a que la iglesia se había quedado atrás, no había evolucionado con la sociedad, y a través del Concilio se estaba tratando de ponerla al día. El Opus, según Escrivá, como estaba formado por personas que vivían en medio del mundo, nunca iba a necesitar ponerse al día, porque sus miembros eran parte de la sociedad misma que estaba generando los cambios.
En los casi 40 años desde la muerte de Escrivá, la sociedad ha experimentado una transformación sustancial, debido en gran parte al desarrollo tecnológico: la informática, internet, las telecomunicaciones. Que los cambios tecnológicos traen cambios sociales no es nuevo: pasó con la revolución industrial, pasó con la invención de la agricultura. Los grandes cambios pueden presentar enormes oportunidades o terribles amenazas: es el viejo tema del vaso medio lleno o medio vacío. Los audaces, que ven las oportunidades, y las aprovechan, surfean agilmente las olas del cambio y pueden amasar fortunas. Pregúntenle sino a Bill Gates o a Steve Jobs. Pero la gente conservadora, renuente al riesgo y lenta para adaptarse a los cambios, trata de sobrellevar como puede el temporal, siempre zozobrando y sin saber como reaccionar...
El paso inicial cuando empezaron a surgir y a abaratarse estas tecnologías, fue hacer lo mismo que antes (leer el diario por ejemplo), pero online. Los primeros sites de los diarios, eran en esencia lo mismo que la versión impresa: texto e imágenes. Luego la gente empezó a inventar cosas que no tenían una versión no digital, de forma que ya no es solo un tema de que es más rápido o más barato o más cómodo: es algo nuevo y diferente.
Cómo ha vivido la obra del marqués esta revolución tecnológica y social? Fue parte de ella? Sucedió como decía el fundador, que sus miembros, al ser parte de la sociedad misma, eran protagonistas de los cambios que la sociedad estaba viviendo? Ha surfeado con comodidad el Opus la ola del desarrollo de la informática e internet? O ha estado preocupada de cómo controlar el daño, cómo evitar los peligros, cómo capear el temporal de la mejor forma posible?
Algunas cosas que se podrían haber hecho aprovechando las nuevas tecnologías:
con la tecnología para teleconferencias, que ahora es muy accesible, se podría por ej. hacer que el mismo prelado le diera el círculo a los miembros comunes con cierta frecuencia. Se imaginan que cool sería (si nos ponemos por un instante la camiseta de la obra) que el mismísimo prelado nos diera en vivo y en directo el círculo desde Roma? Igualmente se podrían hacer con frecuencia tertulias con el prelado u otros personajes idolizados en la prelatura, que aumentarían considerablemente la motivación de los miembros de a pie, y los haría sentirse más cerca de la cabeza.
cuando yo estaba en el Opus, me acuerdo que era siempre una lucha tratar de conseguir amigos nuevos para llevar por los medios de formación. Los viejos o ya iban, o no querían ir y ya no valía la pena seguir insistiéndoles, de forma que uno siempre estaba a la caza de amigos nuevos. Los directores siempre estaban pinchando a todo el mundo para que se consiguiera nuevos amigos y los llevara al centro. Cómo no se le ocurrió crear alguna red social para conseguir amigos, del tipo de Facebook o Twiter a nadie en la obra? O cómo no se les ocurrió usar esas herramientas de alguna forma creativa para conectar con más gente?
con una tecnología como Skype, que permite conversar viéndose las caras a 2 personas, totalmente gratis, aunque estén a miles de kilómetros de distancia, ya no habría ningún problema con irse a una ciudad o país donde no haya labor. Uno podría hacer la charla, recibir el círculo y hasta confesarse sin ningún costo (no creo que la Iglesia se oponga a que la confesión se haga de esta forma).
Hay un video muy interesante que se puede ver en la web: "Privacy is dead, get over it" (la privacidad ha muerto, asúmalo) que explica que hoy en día, es posible saber todo acerca de cualquier persona en cuestión de minutos: lo que le gusta, dónde vive, que orientación sexual tiene, qué religión, etc. Y esto es fácil no sólo para agencias del gobierno con muchos recursos, sino para cualquiera con un buen conocimiento sobre cómo funciona internet y cómo buscar la información. Bueno, pues eso para el Opus tiene un lado positivo: ahora es más fácil encontrar a la gente "que nos interesa". En lugar del "tiro de escopeta" que era organizar actividades a las que iban 30, para que quedaran 3 o 4 buenos, ahora podemos tener una estrategia de "tiro de fusil" y buscar directamente a los buenos e ir a por ellos.
Todo el material interno de cursos de filosofía, teología, doctrina cristiana, los guiones de los círculos, etc. podría haberse digitalizado y estar online. De forma que si uno tiene que preparar una charla sobre confesión, o tiene que preparar el examen de cosmología 2, o redactar un artículo contra el aborto, etc. puede hacer una búsqueda por "confesión", "cosmología", "aborto", etc., y le aparecerían cantidad de links a libros online, a citas evangélicas, guiones de charlas, etc. y todo sería mucho más fácil
Indudablemente que no todo son opurtunidades, también hay grandes amenazas: por ej. el tema de la pedofilia por internet, los robos de identidad y los fraudes, etc. representan amenazas reales que hacen que no todo sea color de rosa, como los idealistas del progreso tratan de hacernos creer. Y para el Opus, sin duda que hay amenazas que los afectan particularmente. El tema es si la gente del Opus enfrentó los cambios con la mentalidad de líderes, que aprovechan las oportunidades, o de perdedores, que tratan de capear el temporal.
Yo me fuí del Opus en el 88, y luego perdí practicamente todo contacto. Así que no tengo en realidad mucha información de primera mano sobre cómo ha surfeado la obra del marqués la ola tecnológica, pero todos los indicios apuntan a que no se dió lo del vaso medio lleno, sino el vaso medio vacío. Por los comentarios que han aparecido en Opuslibros de varios miembros que dicen que usan los documentos internos colgados aquí para preparar los círculos, se deduce que el Opus aún no vivió ni la etapa inicial de digitalizar lo que ya existe, así que mucho menos deben haber inventado nuevas aplicaciones o encontrado nuevos usos que no se podían hacer con las tecnologías anteriores.
En realidad para los que conocemos el Opus, era obvio lo que iba a suceder. Si bien Escrivá decía de que sus hijos vivían en medio del mundo, todos sabemos que no es así. Pero hay algo aún peor: la mentalidad que el Opus fomenta es la de aceptar la verdad “revelada” y obedecer a las autoridades puestas “por Dios”, no la de desafiar al establishment y crear paradigmas nuevos. A Escrivá le gustaba repetir lo que le dijeron de que la obra llegó con un siglo de anticipación, pero la realidad es que era un tipo que se aferraba a las tradiciones y desconfiaba de todo lo nuevo. Las personas a las que se le confían cargos de dirección en el Opus son los que no discuten las órdenes, los que no cuestionan cómo se tomaron las decisiones, los que no hacen preguntas difíciles, sino que consiguen resultados haciendo exactamente lo que se les indicó.
En el Opus al creativo, al que cuestiona, al que es diferente, lo miran con desconfianza. Recuerdo una corrección fraterna que me hicieron en un curso anual: “por favor no hagas las preguntas que haces en las clases de teología, porque nos crean dudas a todos”. Al que piensa distinto, al que se atreve a discutir “las verdades reveladas”, lo “corrigen” inmediatamente. Cómo puede alguien esperar que en un ambiente así, surjan mentes brillantes y audaces que aprovechen las oportunidades que los grandes cambios traen?
<<Anterior - Siguiente>>
