El amor a Dios y al dinero.- Dionisio
Fecha Monday, 27 September 2010
Tema 120. Aspectos económicos


Queridos amigos:

 

A propósito de la historia de una herencia que se ha comentado en estos días, me ha venido a la memoria una historia parecida que puede ser interesante.

 

Uno de los protagonistas es D. Traca, cura muy especial que ya presenté en mi anécdota número 1 con fecha de 23 de junio del 2004.

 

La historia comienza con la muerte de una señora que debió ser al menos cooperadora y era un buen recurso financiero para la obra con el abundante dinero de su marido. El matrimonio no tenía hijos. El viudo estuvo seriamente desconsolado por la muerte de su mujer hasta el punto de que D. Traca lo acompañó en un crucero (¡¡inaudito!!) de turismo durante algo así como una semana. Los dos mano a mano. Con lo cual se consolidó la relación entre estos dos hombres en lo que podría llamarse una amistad muy especial. D. Traca lo usaba como fuente de dinero, compitiendo con otros numerarios, para diferentes proyectos e intenciones. El viudo rico daba dinero pero no tanto como le pedían, se hacía de rogar y al final acostumbraba a poner algunas condiciones que con frecuencia iban dirigidas a honrar la memoria de su amada.

 

Los años iban pasando, el viudo era cada vez más viejo y la verdad era patético ver como D. Traca y otros numerarios le rondaban como los buitres sobre el animal enfermo. No dejaba de ser interesante oír en las tertulias a D. Traca criticando a los sobrinos del viudo, que evidentemente se mostraban muy interesados por la herencia del rico anciano. No es muy difícil imaginar lo que pensarían y dirían los mencionados sobrinos sobre D. Traca y sus semejantes.

 

No sé cómo acabó la historia porque cuando (¡gracias a Dios!) me fui del lado oscuro todavía vivía el viudo. Lo interesante para mí es resaltar como estos fulanos por dinero hacen lo que sea, como mandar a un cura numerario, D. Traca, en un crucero de turismo durante un montón de días. Cosa que los que no han estado en el lado oscuro no entenderán, pero los demás sabemos que es totalmente inimaginable en otro contexto. Vamos, es como si una numeraria estuviera coqueteando con Brad Pitt para sacarle unos millones y todo eso con el consentimiento de la Asesoría. Más o menos.

 

Este D. Traca tenía algunas frases famosas, una de ellas es muy significativa y resume la historia. Más o menos venía a decir así:

“Por amor a Dios la gente hace cosas muy buenas, pero por amor a Dios y al dinero, hace ¡locuras!”  Pues eso, que por el amor que le tienen al dinero se ponen como loquitos.

 

Con todo cariño os deseo que disfrutéis el otoño (primavera en el hemisferio austral) con todas sus doradas maravillas.

 

Dionisio, desde el Areópago dorado.









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