Más sobre árboles y frutos.- Melqui
Fecha Friday, 17 September 2010
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Se preguntaba Kipepeo el pasado 13 de septiembre sobre la posibilidad de dos tipos de frutos en el mismo árbol, en relación con el texto evangélico de Lc. 6, 43 y ss, aplicándolo al Opus Dei:

No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca. (versión de la web de El Vaticano)

Como yo mismo me he planteado esa misma pregunta, me permito poner aquí las respuestas que yo he encontrado.

Primero. Este texto evangélico me parece que no es aplicable a las instituciones, organizaciones, etc. Jesús está hablando del corazón de las personas. Creo que está claro en el texto, ya que enseguida enlaza con "el hombre bueno..."  Un árbol (individual) malo, dañado, enfermo, dará frutos malos, dañados o enfermos. Un fruto enfermo delata la enfermedad del árbol, mientras que un fruto sano revela la salud del árbol. En ésta y en muchísimas otras ocasiones, Jesús resalta que la bondad o la maldad se encuentran en el interior de la persona y luego se manifiesta al exterior. El obrar sigue al ser, y por eso hay que purificar el interior para que quede también purificado lo exterior y no, como hacían los fariseos, purificarse por fuera pretendiendo así quedar purificados por dentro. Por lo tanto, cuando se dice que "por sus frutos los conoceréis", se está hablando de conocer a las personas. En cambio, cuando Jesús se refiere al Reino de Dios (y ahí podemos entender la Iglesia, el mundo, las distintas organizaciones y carismas que se suscitan en la Iglesia y el mundo, etc.), las parábolas aplicables son, por ejemplo, la parábola del sembrador (no todas las semillas producen el mismo fruto) o la de el trigo y la cizaña (el bien y el mal conviven en la Iglesia y en el mundo hasta el final de la Historia). Por eso, en una institución (incluida la Iglesia), pueden coexistir frutos buenos y frutos malos.

Segundo. Dentro del Opus Dei hay muchísimas personas buenas. Hasta el punto de que el Opus Dei selecciona precisamente personas buenas para plantearles la vocación. De hecho, el tener virtudes humanas es uno de los indicios, según ellos, de que la persona en cuestión tiene vocación al Opus Dei. Por lo tanto, es lógico que esas personas buenas den frutos buenos. Sin embargo, al paso del tiempo (aunque ellos osan decir que "al paso de Dios"), muchos de los planteamientos estructurales del Opus Dei terminan dañando a las personas, las malean o las enferman. Y esas personas dañadas (árboles dañados) que siguen en el Opus Dei, dan frutos dañados. Por eso pienso yo que conviven frutos buenos y malos en el Opus Dei, dado que conviven árboles sanos y enfermos. En ese sentido, ya escribí hace unos meses sobre si el Opus Dei mejora o no a las personas, y a ello me remito.

Tercero. Sí hay posibilidad de que un mismo árbol dé varios tipos de frutos. De forma natural, la higuera produce brevas en primavera e higos en verano. Y mediante injertos se consiguen verdaderas maravillas:

Cinco frutos en un mismo árbol, existe uno en Venezuela y está en Turmero

Una creación única en Venezuela es posible admirarla en la zona agrícola Guayabita del municipio Mariño. El árbol cinco frutos produce, de un mismo tronco, atractivos cítricos como el limón persa sin semilla, naranja de jugo, naranja California roja, mandarina y grapefruit rosado.

Pero en todo caso, será imprescindible que el árbol esté sano para que todos los frutos (sean los que fueren) estén sanos. Si el árbol enferma, los frutos que dará estarán también enfermos.

Un saludo,

Melqui









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