Formas de estar en el Opus sin stress: Opus light.- EsperanzaRO
Fecha Monday, 13 September 2010
Tema 010. Testimonios


Formas de estar en el Opus sin stress: Opus light

Lo que escribo a continuación son anécdotas que me tocó enterarme, hacer correcciones fraternas y que vi que se permitía, no sé por qué razones, en mi paso por el opus de casi 20 años. Varias de las protagonistas son directoras, directoras de centro de estudios, pasaron por el colegio romano, autoridades de obras corporativas y otras.

Una numeraria sin nada que hacer en su trabajo, directora de área en una obra corporativa, tenía sus añitos en casa, se relajaba con los juegos en la computadora (en esa época solo había la opción el solitario y buscaminas del Windows), ahora el internet te da infinidades de oportunidades, desde películas en youtube a lo que se busque...



Los colegas de una numeraria organizaron un fin de semana en la playa, y como ella sufría de migrañas, eras una estupenda excusa para organiza una convivencia con chicas que trataba y justo invitaba la que tenia casa en esa playa, así se la pasaba en grande sin ningún contratiempo y con sus colegas de trabajo, entiéndase grupo mixto.

Otra numeraria que tenía una enfermedad seria, pero que eventualmente le producían recaídas y pasaba algunos días en cama, se le ponía en su habitación el equipo de música, la TV con cable a su libre disposición y en las noches fumaba en su cuarto. También lo hacía en su oficina de la obra corporativa donde trabajaba, para escándalo de muchos. No sé si esto se debía a que pertenecía a una familia tradicional opus, como 5 hermanos numerarios y uno en la jerarquía de la Iglesia.

Una agregada, que le gustaban los trapos y sus directoras la tenían corta de presupuesto, no tuvo mejor idea que gastarse su sueldo entero de ese mes en ropa, que yo sepa se le habló con pinzas del tema y nunca tuvo que entregar nada el centro.

Otras numerarias aprovechaban los cambios de centro para comprarse esa ropa cara que tanto les gustaba, así, si alguien le preguntaba decía que se lo dieron en el anterior centro, lo que no dejaba de ser cierto pues sería con fondos del centro anterior. El cómo se agenciaban el dinero lo dejo a la creatividad de cada uno, creo que ellas aprovechaba propinas familiares.

Había otra que aprovechando su condición de universitaria y dependiente de sus padres, gustaba de usar en abundancia ropa de marca Benetton, que imagino no entregaba. Para realidad de un país sudamericano y más aun de provincia, es un bofetón a la pobreza. Conocí a su madre por otras circunstancias y era una mujer muy sencilla.

Otra, cuando se inicio el pastillaje ya con varios añitos en casa y prestigio profesional, decía que sí a las directoras pero luego decidía lo que era conveniente para ella, era el único modo de sobrevivir, incluso ya con la experiencia de tantos empastillados, solo hacia algunas normas no tenía obligación de hacer todas.

A una numeraria experta en mentiras y apariencias (todas lo saben), que por lo que sé, lleva a sus espaldas varias vocaciones fuera, pues hostigaba, humillaba calumniaba en público a sus hermanas… y la asesoría sin hacer nada, ¿porqué? Supongo que por su posición social. Su familia le regalo una camioneta en estos años que están tan de moda, pues ella no la tuvo que entregar como era lo habitual, el truco: aparecía registrada a nombre de la empresa de su hermana. Así que por lo visto es válido que conserves tu auto si lo mantienes a nombre de tus familiares. Otra conservaba su auto porque en teoría se lo prestaba su hermano.

¿Amistades particulares? Las vi por doquier, las típicas favoritas de las directoras que les permiten todo a sus engreídas, les dan esplendidos regalos en Navidad, buscan solo su compañía y un largo etc. Una españolita morena que se teñía muy rubio, la dejaban ir a la peluquería el sábado por la tarde, día de la labor de san Rafael y a otra que consultaba lo mismo, mayor, con un prestigio profesional enorme pero de origen más sencillo, la obligaban a quedarse en el centro. Otra directora se desvivía por una que llegaba a su ciudad a atender sus negocios, la recogía del aeropuerto, entre otros servicios en actitud que llegaba a lo servil.

Se supone que los cargos de gobierno, no se desean. Pero el Opus es muy humano y no podían faltar los especímenes que sí desean los cargos a toda costa. Me encontré con una que a la vez que fue reemplazada y volvió a un consejo local y aprovechaba cualquier oportunidad que tuviera para desprestigiar a la que le sucedió; al final ni en consejo local podía estar era tan partidaria de hacer las cosas por su cuenta.

¿¿Que en el Opus la sinceridad se premia?? Una super próxima a casarse, tenia lucha en el encendimiento de la pasión, lo contó y la echaron. Igual una agregada joven que fantaseaba con amores platónicos y lo contó, la echaron. Ya se imaginarán los sendos “informes ascéticos”.

¿No te gusta la comida?  Había una numeraria que al parecer le hostigaba la comida y como tenía una alergia alimentaria, se servía de eso y decía que ya no podía comer más, entonces medio bife iba a la basura. Sin embargo cuando llegaba el postre, se renovaba su apetito y se servía porción completa. Esa es la familia numerosa y pobre en la que se vivía.

¿Nepotismo en el opus? Of course!, qué casualidad que los proveedores del centro sean la hermana, el sobrino, u otros parientes de la ocupadísima directora. Qué raro que ascienda rápidamente la sobrina de una numeraria a cargos importantes en obras corporativas cuando no tenía ni capacidad ni carisma para liderar. Sin embargo recibía buenas compensaciones y no me refiero solo a sueldos. Mientras las numerarias que estaban allí por mandato de la Obra, tenían que conformarse con unos 150 Euros mensuales de sueldo, ¡no se podía pagar más!

Podría seguir pero esto se hace largo. Como imaginarán bien todo esto no encajaba con el ideal de santidad por el que entregué mi vida al Opus Dei, las continuas incoherencias terminaron destrozándome. Así que el lector que siga adentro, no se aflija, RELAJESE! todo esto que narro se puede hacer con “pillería” y NO PASA NADA y si pasa ¿qué importa?... y si importa ¿qué pasa?

Todos los que llegamos al Opus y permanecimos unos buenos años dentro  pensamos morir allí. Lo que se nos olvido fue tener un plan “B” y nos encontramos en la calle y una maleta de ropa vieja y nada más. Entonces, como uno nunca sabe lo que va a pasar, la prudencia aconseja tener un colchón para cualquier eventualidad.

EsperanzaRO







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