Leyendo el post de Aurelia me ha venido a la memoria uno de aquellos cursos anuales o convivencias, lo que fuera eso, en el Colegio Mayor Peñalba, de Zaragoza, ni sé si existe todavía. Debía ser muy a principios de los 80, 1980 0 1981 como mucho.
Era julio o agosto, en plena ciudad de Zaragoza, y todas estábamos en el oratorio con medias, zapatitos cerrados, mangas largas y velo. Las noches eran como cocerse en un horno y recuerdo una indicación acerca de que había que vivir el pudor y la modestia incluso durante la noche y había que hacer de manera que se viviera incluso durmiendo. No exagero, habituales de esta web podrán confirmarlo.
El calor, la absurdez de la indicación, la absurdez del zapato cerrado, las medias y las mangas largas en el oratorio, es anecdótico, a mi modo de ver; pasados los años, meneas la cabeza y te preguntas cómo fue posible vivir aquello. Sin embargo, lo que ya no es tan anecdótico es que nos hicieran creer que aquella absurdez era voluntad de Dios y que no vivirla era ofenderle. De anecdótico no tiene nada porque falseaba la imagen de Dios, conviertiéndole en un ser castigador, eternamente enfadado y ofendido por no llevar velo en el oratorio, rezar el angelus 3 minutos tarde o hacer la genuflexión deprisa.
Curiosamente, nadie se planteaba que Dios podía ofenderse porque no se vivía Su mensaje, el de amar al prójimo y dar de comer al hambriento y consolar al triste, y etc. En ningún lugar del Evangelio, en ninguno, se habla del 90% de costumbres y costumbritas, preceptos y preceptitos, normas y normitas que había que vivir ahí dentro como si fueran la palabra de Dios hecho hombre. Había que vivirlo hasta el punto de tener que confesarse de ello, de haber ofendido a Dios por haberse distraído durante el rezo del rosario, o por haber hecho la acción de gracias de la Eucaristía dos minutos más corta.
Curiosamente, Su palabra, Su mensaje, ni se mencionaba. "Ya hay otras instituciones en la iglesia que se ocupan de eso", decían.
A mi modo de ver, ése es uno de los "pecados", a falta de palabra mejor, de la peña: ese colar mosquitos y tragar camellos, mamuts, dinosaurios enteros, ese falsear la imagen de Dios, provocando que mucha gente se haya alejado de Él por creer que es como le pintan ahí dentro. ¿A quién pedir responsabilidades por eso? ¿A quién reclamar?
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