Solavieya y la economía del Opus.- Tomás Rodaja
Fecha Wednesday, 01 September 2010
Tema 120. Aspectos económicos


Con relación al escrito de Jacinto Choza de 23 de agosto de 2010 “La Economía del Opus Dei, propuesta de sistematización”, añado un dato que puede ser útil. Allí aparece Solavieya, la Casa de Retiros y Convivencias situada cerca de Gijón. En su web se dice: “esta propiedad pasó por diversas manos hasta que en 1961, un grupo de personas compraron el inmueble y los terrenos, con el fin de convertirlos en casa de retiros y convivencias cerca de Gijón. Cuenta Luis Adaro, que gracias al préstamo concedido por una Caja de Ahorros astuariana, más la aportación generosa de mucha gente, se consiguió el dinero para comprar la finca y empezar las obras de acondicionamiento de la casa de retiros”. En fin, los entresijos de la adquisición de Solavieya (Polavieya en sus orígenes) dan para contar, en especial en relación con la pequeña ermita que hay dentro del recinto, pero aquí sólo quiero aportar un dato.

Que Solavieya pertenece al Opus es evidente (A. del Portillo pasó allí varios veranos desde finales de los años 70); aunque es una de las muchas propiedades “que es, pero que no es”.

La forma jurídica que se ha buscado, sobre todo por las ventajas fiscales que proporciona, es la de una fundación. En su propia web se afirma (seguramente figurará de la misma manera en los estatutos de la fundación): “Todas las actividades organizadas en Solavieya, tienen un carácter formativo y la Fundación Solavieya ha confiado la dirección espiritual de dichas actividades a la prelatura personal del Opus Dei”. Vamos, como los Colegios de Fomento.

En el Boletín Oficial del Estado núm. 241, de 8 de octubre de 1998 se publica la Orden de 21 de septiembre de 1998 por la que se clasifica y registra la fundación «Solavieya». El dato de que se trata de una propiedad “que es, pero que no es” se nota en que la fundación fue constituida mediante escritura pública, otorgada ante el Notario de Valladolid don Manuel Sagardia Navarro, el 15 de mayo de 1998, con el número 1.690 de su protocolo, por los señores siguientes: Don Ramón Mateo Martínez, doña María Blanca Josefa Urdiales de la Fuente, don Saturnino Francisco Lorenzo García, don Juan Carlos Ontanilla Sandoval, don Francisco Silva Rico, don José Antonio Esteban Baselga, doña María Dolores Monasterio Viani, don José Vidau Argüelles y don Félix López Iturriaga. La dotación inicial de la fundación fue de 1.000.000 de pesetas (6.000 Euros) aportado por los fundadores y depositado en una entidad bancaria a nombre de la Institución. En el BOE podéis ver quién formaba parte del Patronato inicialmente. Todos los nombres, de los fundadores y del Patronato os sonarán: todos de Opus (el Notario también lo era entonces).

En Gijón debe haber Notarios, pero se coge uno de Valladolid (sede de la Delegación). El domicilio de la entidad, según consta en el artículo 4 de los Estatutos, radica en la calle Panaderos, 4-6, 1º, de Valladolid (un poco lejos de Solavieya ¿verdad?). La fundación “Solavieya” se clasifica como “benéfica de asistencia social”. El objeto de la fundación queda determinado en el artículo 5 de los Estatutos, en la forma siguiente: «La fundación tiene por objeto la promoción de iniciativas de carácter social y formativo tendentes al desarrollo integral de las personas, tanto física como espiritualmente, con especial atención al sector de la familia, juventud y tercera edad». Pura ingeniería financiera ¡¡Ahí queda eso!!

Tomás Rodaja









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