Tomás, perdón.- Zartan
Fecha Monday, 23 August 2010
Tema 060. Libertad, coacción, control


Cuando he conocido o he estado con otros ex, ha sido siempre gente que ha pasado muchos años siendo IN. He visto de todos colores: gente con trancas gordas, otros que ni fu ni fa, los hay que han rescatado los buenos recuerdos ... incluso, hace menos de un año, pudimos ver por aquí a una ex que hablaba glorias y miel sobre hojuelas de lo bien que la tratan las IN (no encuentro la cita).  Hace poco leí una colaboración de Tomás donde contaba su experiencia, corta y traumática.

Cada cual juzga todo desde su punto de vista, cuenta de la feria según le ha ido a él y -al leer lo que contaba Tomás- me dije ... "un pelín xagerao". Lo localicé y pocos días después almorzamos juntos y pudimos contrastar las dos experiencias. Para que os hagais una idea eramos la figura del abuelo que lleva al nieto a comerse un McDonald.

Para mi fue todo un descubrimiento (una cosa es saberlo y otra verlo directamente en la persona que tienes delante), el ver que su ingreso fue totalmente forzado, que el trato que recibió fue exclusivamente mirado a que -como fuese- se quedara dentro, no importaban los medios que se utilizaran, lo importante era el fin: su permanencia.

Los que hemos pasado un buen número de años dentro, tenemos recuerdos malos y buenos, hemos visto personas frías (autómatas cumplidores de lo previsto o -incluso- torcedores de lo previsto) y también gente llena de humanidad y sentido común. Es decir que disponemos de mas recursos o que tenemos la posibilidad de -sin dejar de ver lo malo- admitir también la existencia de lo bueno, de gente buena.

Hace poco me enteré de la muerte de don Francesco Angelicchio y mientras conversaba con Tomás se me venían a la memoria recuerdos relacionados con él. El contraste era dramático ¿estábamos hablando de la misma institución? Estaba claro que no hablábamos de las mismas personas o del mismo tipo de personas, eran polos opuestos. ¿Cómo es posible que la estructura permita esa disparidad de comportamientos? ¿Donde se ha dejado el sentido común, la caridad o simplemente la humanidad? La chica que nos contaba lo bien que la tratan las IN, vive a menos de diez minutos a pie de donde vive Tomás, los dos creo que son sinceros al contar sus experiencias y -sin embargo- no hay manera de hacerlas compatibles, son dos realidades opuestas.

Las preguntas sobre la estructura las dejo para sociólogos o “estructurólogos”, a mi me interesan las personas singulares, intentar entenderlas y -si puedo- ayudarlas. Me quedé todo el resto del día dándole vueltas al tema y -al final- me vino un recuerdo de don Francesco que podría explicar la diversidad de comportamientos: debió ser el verano de 1981 o 1982, paseando a orillas del lago de Como, de pronto (y no sé a qué venía o de que hablábamos) me dijo: “ci sono delle persone che l''amore per le norme fa dimenticare la norma dell''amore” (hay personas a las que el amor a las normas hace olvidar la norma del amor).

Tal vez sea eso o todo lo contrario, por mi parte solo queda pedir perdón a Tomás y a todos los demás “tomases” por no haber creído que un año “in” te puede traumatizar incluso mas que veinte o treinta.

Me alegra ver en la última correspondencia a Nometorres, Boludosky y Flanpan. Son el “color” entre tantos seriotes y aburridos como yo. Es bueno contar con gente que sabe poner el toque de humor en lo que escribe … incluso hablando de mi como hizo en una ocasión Flanpan.

Zartan









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