Pues sí, hay vida después de todo.- Atodon
Fecha Wednesday, 21 July 2010
Tema 040. Después de marcharse


Os sigo leyendo todos los días (desde el principio!!!) aunque escribo cuando me apetece deshogarme de algo.

Hace unos días me enteré de que un buen amigo, valioso, listo, currante, ha dejado la Obra después de algo más de una década dentro. No he podido hablar aún con él. Sentí una gran alegría por dentro. Se lo merece. Merece ser feliz como todos los que nos hemos salido. Bueno, a lo mejor no todos somos felices, pero si no lo somos no es por ser del Opus, será por otras cosas.

Es muy difícil, cada vez más, encontrar gente verdaderamente feliz dentro.

Ayer, disfrutaba de la tarde calurosa andaluza, tumbado en el jardín de casa con una cerveza fresquita mientras escuchaba música, y le daba vueltas a qué estaría haciendo en ese momento si siguiera dentro: estaría en una convivencia con chavales, durmiendo 5 ó 6 horas, entreteniendo niños, comiéndoles un poquito el coco, me llamaría el director para decirme que estaba retrasando la charla, el cura pasaría a mi lado y me miraría con cara de "te tocaba confesarte ayer pecador", iría a la oración para ver qué podía inventarme en la charla y en la confesión para que se quedaran tranquilos (nunca se me ocurría nada!!!), tendría un nudo en el estómago porque no sabría cómo enfocar que quiero ir a ver a mis padres unos días, estaría nervioso porque viene a comer un director de la delegación que quiere hablar conmigo (¿me dirá que cambio de centro?, ¿me dirá que les preocupa mi actitud de poca pobreza?, ¿me preguntará que cómo estoy haciendo la oración?...)...

Y os prometo que dejé de pensar porque me empezó una descomposición de estómago. Me agobié y le di muchas gracias a Dios porque ya no tenía que pensar en todas esas cosas que hacen sufrir a cualquiera, que no acercan a Dios sino que te separan.

Volví a darle un sorbo a la cerveza y pedí por todos los de la Obra que están en esas circunstancias para que tengan el valor de decir: se acabó. Ni un día más. Como hice yo hace ahora un par de años después de estar dentro más de 20.

Ese día -y todos los días desde entonces- sí me doy cuenta de que soy muy feliz, de que se puede ser muy feliz y de que Dios me acompaña en esta nueva etapa dándome -esta vez sí- el ciento por uno aquí en la tierra y después... después será lo que Él quiera.

Un abrazo inmenso a todos

Atodón.









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