Soñar con la Verdad.- Carmen Charo
Fecha Friday, 18 June 2010
Tema 010. Testimonios


Queridos amigos, os invito a ver este video que os adjunto y luego, si os parece, leéis mis reflexiones acerca de lo que me inspiran, que tiene que ver con lo que decía el otro día sobre la verdad. Este tipo de situaciones creadas bienintencionada pero artificialmente con el único fin de hacer disfrutar, y que se han dado de forma parecida con coreografías preciosas en espacios públicos a mi me emocionan mucho, y me sugieren nuestro paso por el opus.

 

Vemos una cafetería llena de gente, cada quien metido en su conversación. De pronto suena la música y un  camarero de la barra comienza a cantar a pleno pulmón. Hay sorpresa. Ya llevamos unas cuantas, aunque no las hayamos vivido en primera persona, pero suelen ser desagradables: violencia en la calle, terrorismo o puede que nos acordemos hasta del horror en las torres gemelas de Nueva York. No pasa nada extraño o desagradable, y la gente se relaja. Todos ponen atención a lo que pasa. La gente empieza a sonreír y a compartir su satisfacción. Se va relajando el ambiente y se crea una unidad cálida y bonita porque las voces, la música surge de cualquier punto del local. En un santiamén se ha creado un único ambiente, una unidad especial entre todos, gente que no se conoce de nada pero que en ese momento comparte algo bello.

 

No sé en ellos, pero en mí correrían mil emociones distintas y todas positivas: qué bonito, cuánta gente agradable, nadie me pide nada sino que disfrute, no hay ningún interés oculto ni comercial ni de ningún tipo, todavía hay quien hace el bien porque sí, ¿por qué no montamos tres tiendas y nos quedamos así para siempre?...

 

Igual pensáis que exagero en lo que veo o vosotros mismos veis, pero un hecho así en una ciudad del norte de España, y especialmente en Pamplona (no sé si Ana Azanza compartirá mi opinión) o en mi querido pueblo Vitoria, (ciudades muy similares) tiene un mérito añadido por aquello de que somos más cortados y controlados que la media con todo lo que nos remueva emocionalmente, siendo capaces de mantener la cara seria y el cuerpo rígido mientras nos deshacemos por dentro de gustaaaaaaaazo. Puede que sea muy imaginativa pero a mi me emociona esto porque pienso que podríamos hacer que toda la vida fuera así. Es bonito ver en situaciones simples como esta, que aun conservamos la confianza, la capacidad de asombro con lo bello, que aun creemos que hay gente buena, desinteresada, generosa, limpia, de alma grande!.  Y me retrotrae al pasado... ¿No fue algo así lo que nos enamoró cuando nos acercamos al Opus Dei?: ese afán desinteresado de hacer el bien sin mirar a quien, esa alegría genuina, la espontaneidad absolutamente libre, la transparencia, la inocencia limpia, la capacidad de entusiasmo, la bondad de corazón, la confianza amplia y ausente de todo temor.... ¿Y qué quedó de todo eso?

 

El Opus Dei se dedica con verdadero ardor a matar estos valores en todos sus hijos, y en alguno consigue que no vuelvan a brotar nunca. Por eso denuncio al Opus Dei y no me cansaré nunca de denunciarlo, hasta que el Vaticano, que es el único que puede meterlo en vereda, decida querer escucharnos e investigar, y ojalá fuera por genuino amor a la Verdad que dicen predicar.

 

Un abrazo a  cada uno.

Carmen Charo









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=16393