Opuslibros - Algo que compartir.- Leif

Algo que compartir

Querida oreja de guardia:

Me parece una magnifica iniciativa dar apoyo emocional a todas aquellas personas que pasan por el difícil momento de salir de la obra. Yo soy también soy una de ellas. Por lo que he leído en esta pagina, me doy cuenta que fui numeraria por muchos más años que algunos de ustedes y por mucho menos que algunos otros. Mis heridas personales menos profundas que muchas, pero para mi lo suficiente, han sanado aunque siempre estarán allí y tengo conciencia de ello. Ahora bien deseo dirigirme a ti, manifestándote mis mas sinceras impresiones. Cuando estaba del lado de adentro, oí en numerosas ocasiones que existían algunas personas que se dedicaban a escribir cosas "malas" del opus dei, lo que desde afuera creo que es cierto, en este sentido tuve contacto con algunas cosas, de entrada repugnantes a la inteligencia misma, que cualquier persona con poco tiempo de contacto con algún miembro puede notar que son aberraciones, lo de ustedes es diferente (es mi punto de vista) pienso que con afanes de aliviar al herido y con una entrada muy suave hacen el mismo trabajo.

Particularmente guardo mucho respeto por el opus dei, como institución, sin embargo sé, no como conocimiento intelectual, sino como experiencia propia, que algunos miembros no son precisamente un puñado de virtudes "aunque intenten serlo" como tu y yo lo intentamos ser en algún momento, sin embargo he aprendido que tener resentimientos a personas que me hicieron sufrir los peores días de mi vida (sabes que no exagero) no es precisamente la mejor solución, porque el resentimiento queda en ti, el dolor, la rabia... y ellos como sabes... siguen su vida sin ti. También respeto mucho al fundador y particularmente y antes que la iglesia lo decretara así, pienso que es un santo, ahora bien no acabo de entender cuál es el empeño de algunos en destacar sus errores personales, de afincarse justo en lo que fue su debilidad. Tu y yo estudiamos que ser santo no implica ser impecable... implica luchar contra la propia miseria, grande o pequeña igual de miserable.

Cuando leo lo que la gente escribe... lo que ustedes escriben... puedo percibir el profundo dolor que hay en sus corazones... claro que en el mío también... hoy en día me siento mejor, recuperada, ya no lloro por sentir que me robaron mi adolescencia y mi adultez temprana, ya no me siento culpable por el dolor de mis padres (que también están recuperados), ya no me cuestiono acerca de mi vocación... etc, todas esas cosa que tu bien conoces, porque en tu carne las padeciste, todas ellas se han alejado de mi mente, simplemente porque yo he querido dejarlas ir, las he arrojado fuera de mi, he perdonado, aunque te confieso que hay personas que deseo, Dios no permita se crucen en mi camino nuevamente, pero simplemente no dedico mi tiempo a pensar en eso y punto.

Querida oreja, no te conozco pero hay algo tenemos en común... el daño emocional que nos causaron algunos de los que por años consideramos nuestros hermanos, "unidos con lazos mas fueres que los de la sangre", quiero decirte con el corazón en la mano que extraño sentirme tan unida a Dios, como en esos días, que considero que en medio de lagrimas y de grandes esfuerzos, fueron días muy felices y que indudablemente me dejaron más cosas positivas que negativas, aunque las negativas sean indelebles...

No dejes de responderme..., deseo que lo hagas, porque aunque he expresado mis ideas quizás en oposición al tipo de manejo que ustedes hacen de todo esto, me siento conectada con ustedes porque nadie que no haya estado adentro, sabe lo que es estarlo aunque conozcan el opus dei desde niños, aunque no hayan tenido ningún contacto..., espero tu palabras... y que Dios nos bendiga a todos y nos de la oportunidad de acercarnos a El y no alejarnos.

Cariños.

LEIF