Calandria:
Si vieras lo ridículos e impertinentes que resultan tus escritos desde el otro lado, dejarías de escribir. Tus escritos son cero creativos, desesperados, huecos y poco convincentes. Calandria, bonita, vive y deja vivir. Sólo te ayudas a ti misma con lo que escribes desquitándote y acallando a tu conciencia, si realmente lo consigues, claro.
Cuando te leo no veo a una persona cercana a Dios, más bien al contrario. No trasmites paz, sólo desasosiego. Tus escritos carecen de esperanza y no llevan a Dios, permite que el Señor se transparente a través de tus palabras verás qué cambio. Antes de publicar un escrito llévatelo con todo el corazón a la oración, sólo es un pequeño trukillo ; D
Das la impresión, a pesar de ser numeraria, de que no has interiorizado el mandamiento más importante de todos: “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Tal vez, puedas empezar por la unidad de vida ¿cómo? dejando a un lado la hipocresía y dando vida a la verdadera caridad. “Obras son amores y no buenas razones” decía alguien que yo conozco.
En la siguiente charla fraterna estaría fenomenal que revisaras el cómo estás viviendo la caridad y de qué manera puede afinar más, seguro que el Señor te sonreirá. Lo digo de corazón Calandria, el Señor sólo nos pide que nos amemos los unos a los otros como Él nos amó. Es muy simple su mensaje pero difícil de llevar a la práctica con todas sus consecuencias e implicaciones. ¡Ánimo!
Pax pequeña,
Lara.