Leo estos testimonios veo que somos muchos los que pasamos por aqui aunque menos los que escriben, pero hay relatos o ensayos tan bien hechos... que para quienes no se nos da la escritura, es mejor confirmar nuestras ideas con las de quienes saben plasmarlas aqui. Felicitaciones.
En esta ocasión, quiero contestarle algo de primera mano a Madison, no me queda claro de qué país eres y por lo tanto como estaran las cosas socialmente ahi y en la Obra.
Durante los 17 años que estuve en la Obra como Numeraria Auxiliar, siempre traté de igualar la distancia, pero nunca lo logré, (entre las Numerarias y nosotras)... incluso al final, fué el principal motivo por el que la dejé. Si lees en la sección de Auxiliares, verás mucho más. Te preguntas por qué nosotras no tenemos acceso a la tecnología, uff cuanto qué contar.
Por ejemplo te dicen que somos iguales, pues somos una familia, no? lo que nos diferencía es la vocación profesional, por el trabajo: nax: dedicada a los deberes de la casa, hacer familia, pero la vocación al celibato y la vida en familia, es la misma, las exigencias y eso, Y CONSTATO que las mismas Directoras ESTAN TAN CONFUNDIDAS, Y SACAN DE LA MANGA EL ARGUMENTO QUE VENGA MÁS AL CASO PARA MANDARTE A TRABAJAR TRANQUILA Y NO DES LATA. Argumentos sobrenaturales, y acaban con todas tus elucubraciones... Y otras no confundidas, simplemente bien adoctrinadas o con buen espíritu...
Una numeraria puede tener coche, palm, Iphone o Lap top etc. y lo justifica diciendo que por su trabajo le es útil, o se lo prestaron, o se lo esta cuidando a su hermano, etc. En mi caso, como auxiliar, quise justificar una palm para tener mis recetas y demás libros, y como cronómetro, etc. pues trabajaba en la cocina. Quise justificar un celular para 4 aux. para los imprevistos o necesidades de viaje, no aprobado. Quise justificar clases de manejo (conducir) para desahogar a las numerarias, pobrecitas, siempre con tanto trabajo, y asi un sin fin de detalles, de los cuales solo recibí que me tuvieran por una rebelde, superficial y muy apegada a lo terreno. No sabes, toda una revolución pues me regalaron una palm y muy buena, y al final... nada, se me dijo que simplemente las Nax. no debemos tener esas cosas, "porque resulta escandaloso para las familias de las auxiliares, pues en México son de un estrato social bajo" y entonces oh decepción, ¿no que la vocación es personal? resulta que todas las auxiliares cortadas al parejo, ni celulares, ni aprender a manejar coche, ni descansar los domingos con tranquilidad, etc. Soy consciente que últimamente en algunos centros se hacen algunas consesiones pues ademas hay un gran porcentaje de deprimidas empastilladas, y de jovenes entusiastas que argumentan con razones sensatas.
Otra cosa que se me dijo que el Padre lo sabía y quería que siguieramos así, aqui fue donde terminaron con mi esperanza y por lo tanto mi ilusión por la vida. Una de mis metas, era que se dieran cuenta de estas circunstancias y de que no se nos impusieran más cargas de las que el fundador había querido, y se nos tratara como a personas normales, mayores de edad... Para qué seguir, baste decir que aunque me costó mucho, decidí lo incierto del mundo que la seguridad que me daban ahi (pastillas incluídas), y soy tan feliz, uso de muchos medios materiales, así, como medios, y estoy realmente con mucha paz y disfrutando cada dia de vivir, como hija de Dios, no como la hermana pobre y que sirve solo para eso, para servir.
Se me dijo que fuera de casa, en el mundo, había más discriminación social y puedo decir, con toda franqueza que EN EL MUNDO, EN MI FAMILIA, EN MI TRABAJO, NUNCA ME HAN HUMILLADO NI HECHO SENTIR MENOS, NUNCA ME HAN OFENDIDO TANTO COMO LO HACÍAN CON TANTA FRECUENCIA "MIS HERMANAS" EN LA OBRA. Sigo tan agradecida con Dios por permitirme esta segunda vida, esta Vida.
Además de no saberme ni sentirme superior a nadie, reconozco si soy inferior a algunos de mis compañeros de trabajo, y no me lo estan diciendo a cada rato, al contrario, se me reconocen logros y se me acompaña con un saludo sincero, con una palmada de amistad
Un abrazo,
Miguerita
