Mascotas en el Opus Dei.- Nicanor
Fecha Friday, 21 May 2010
Tema 010. Testimonios


Desde que pité en el Opus Dei y, durante los veinte años que estuve, nunca tuvimos mascotas. Sin embargo he de dar cuenta de los siguientes hechos que practicaban algunos numerarios al amparo de sus Directores e inclusive anécdotas que circulaban de Escrivá.

Según un Monseñor de los primeros en la Obra, “Tía Carmen” tenía su fiel perro bóxer “el chato” y “un canario”. Muerta “Tía Carmen” a este Monseñor le asignaron deshacerse del perro, el cual arrojó a un basurero, no recuerdo si vivo o muerto. Probablemente muerto porque tal Monseñor, acá en Perú, tenía por “hobbie” atropellar canes y, en repetidas tertulias, reía de su hazaña de haber batido récord al liquidar varios perros a la vez que seguían a una hembra en celo. Llegaba feliz cuando atropellaba alguno.

También narraría de Escrivá el haber mandado disecar, sin haber muerto naturalmente, el canario. Así mismo la cacería de gatos, perpetrada por los numerarios de Villa Tevere – en su época - para que no ensucien la azotea, dejando carnadas envenenadas durante las noches para que los vecinos no los denunciasen.

Otras sucedieron en SAETA, donde, para atraer a los niños, se organizaban peleas entre peces y corrían las apuestas. Peor aún un estudiante de medicina que practicaba con gatos que atrapaban y los lanzaban embolsados y tras varias vueltas centrífugas desde el puente más alto de Miraflores como divertimento. No me explicaba el porqué de las carcajadas de los demás al escuchar estos siniestros relatos., más aún asumidas como parte de la labor “formativa” de los chicos de San Rafael.

Como epílogo, SAETA tuvo una perra como mascota antes que llegase a ese Club. La perra era vejamen de las “fieras” del Colegio Alpamayo que le llenaban de escupitajos y palos. La perra acabó por defenderse con un mordisco a uno de sus atacantes. Acabó enjaulada. Peor aún para la pobre. Al poco llegó papelito de la Comisión para su traslado inmediato al Instituto Rural Valle Grande, en Cañete.

Poco sé de veterinaria, pero conozco casos de animales que se trastornan. La perra en cuestión ya estaba trastornada, probablemente el primer caso de trastorno psíquico de un animal ante los apostolados del Opus, y concluyó con un balazo y a la basura por ser sumamente agresiva.

Narraciones espeluznantes que imagino en otras “casas” de la Obra se habrán suscitado o que el mismo Escrivá histórico – a diferencia del mítico canonizado – tendrá en su anecdotario y se descubrirá poco a poco.

Nicanor (eco_challengers@hotmail.com)  







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