¿Aristocracia en Argentina?.- Soles
Fecha Wednesday, 19 May 2010
Tema 100. Aspectos sociológicos


Fui numeraria 18 años y ya lejos de la "institución opusdeista" puedo expresarme libremente y decir algunas cosas que he tenido siempre en mente.

¿Ser o parecer? Los que hemos vivido en el Opus Dei tenemos la experiencia de que los directores y sacd vicarios o mayores, buscan ese aire de aristocracia, tal vez a imitación de lo que han visto en el Fundador y su seguidores inmediatos; ¡cuántos gestos y costrumbres artificiosas, premeditadas, faltos de naturalidad y sencillez!. Mucha apariencia porque falta esencia. Hay un culto a la propia imagen que se hereda y se ve en los hijos de Escrivá.

Mi experiencia es en Argentina donde casi todas las familias viejas cuentan en su haber con inmigrantes que llegaron pobres y prosperaron con esfuerzo.

Los que ocupan cargos en Argentina y se les dá este trato "venerable", no tienen nada en especial, hijos de padres profesionales de clase media (los conozco por familia o porque han ido a los mismos colegios que mi padre, tios, etc). En el Opus son grandes señores o señoritas pero si estuvieran en la calle serían uno más. Creo que falta mucha humildad y sencillez para verse como uno realmente es.

Hay gente que gracias al Opus alcanza un status social y económico que no lo tendría sino fuera del Opus. Pienso que las directoras más fanáticas que me he encontrado pertenecen a este grupo. Mujeres que todo arreglo y elegancia es poco, que parecen educadas pero en la contradicción sacan a relucir lo peor: gritos, insultos, amenazas, hasta la violencia y atropello, porque luego uno conoce su verdadero origen y entiende que en su casa "eso" era lo normal.

Eso sí, jamás piden perdón porque la verdadera delicadeza y respeto no lo conocen.

Una vez me comentó una numeraria mayor que después del libro de Ma del Carrmen Tapia se les pidió que no contaran anécdotas de los enojos del Fundador. Yo lo que ví es que las muestras de mal carácter o de violencia eran vistas como "buenas" ya que denotaba fuerza a semejanza de Escrivá (queriendo disfrazar el defecto).

Mi primera experiencia de esto fue cuando tenia 25 años, acababa de irme a vivir a un centro de mayores, un día me sentí mal y como la directora estaba ocupada le dije a la subdirectora que tenia ganas de vomitar y que me iba a mi cuarto. Al poco rato irrumpe en mi cuarto hecha una furia la directora que me saca de un brazo de la cama y me lleva por la fuerza al baño para mojarme la cara y me quiere llevar a la rastra al comedor donde estaban por cenar. Entre gritos me decia que no queria otra enferma. Yo le dije que así no podia bajar al comedor y ella me dijo que tenia que bajar asi, y si vomitaba delante de todas, ¡¡mejor!! Logré escapar de esta loca y me encerré con llave en mi cuarto, temblando por la violencia del encuentro. Al rato vino la subdirectora pidiendome perdón porque la otra no le había dado tiempo de decirle que yo me hacia excusado. La culpable nunca pidió perdón, a nadie le llamó la atencion este comportamiento, es una directora de las vitalicias (en ese entonces tenía unos 35 años) y es muy bien considerada por la Obra.

 Aprendí el valor que para ellos tienen este tipo de personas y cuando en el futuro me enfermaba, procuraba poner llave a mi puerta hasta que estuviera en condiciones de defenderme, porque no todos eran lo que aparentaban.

En otro correo mencionan una numeraria directora con apellido irlandés O'F, les diré que es de lo mejorcito y no por el dinero sino por la educación, he tratado mucho con ella y nos hemos entendido muy bien porque sabia de trato humano, me tocó estar con ella al final, cuando yo era una bomba de tiempo (gracias a las famosas pastillas que medican a los sanos). Al año de irme del Opus, ya casada y viviendo en otro país, me llama esta directora para decirme que se acuerdan en el centro con cariño y agradecimiento de mí y que si volvia por ahi no deje de ir a saludarlas. Claro que no puedo, porque es demasiado el daño que me han hecho otras y otros. Esta es la única que podría hablar de elegancia y aristocracia en el trato.

Un último ejemplo, viene la directora de la Delegación a mi casa ya para que le dé la carta de dimisión, y queda sorprendida de la decoración y antigüedades del departamento de mi madre. Estaba presente una hermana mía, y esta mujer, F. E., me mira y me dice que me vé distinta y no sabe porqué. Les diré que había bajado un montón de peso, pero esta mujer que yo conocia hace 18 años porque ella antes habia sido la de San Miguel de la Delegacion, que habiamos estado en un monton de convivencias, retiros, yo habia hecho la charla con ella muchas veces, no sabia decir el cambio. El tema principal de conversacion fueron desde la vajilla donde le convidé café hasta los objetos y arreglos de la casa, en fin terminó todo esto y mi hermana me comentó ¡que mujer tan materialista!, y eso que ella no sabia que era nada más y nada menos que la directora de la delegacion de BsAS. Me quedé pensando lo poco que me habian mirado en este tiempo, y segundo, cómo sería el hogar de esta mujer.

En fin ser o parecer....

Soles









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