Hola orejas. Quiero haceros partícipes de mis reflexiones. Ciertamente muchos de ustedes han tenido malas experiencias en su paso por el Opus Dei, a quien yo sigo considerando, a pesar vuestro, la Obra de Dios, verdadera y única (es mi visión y versión, que dista cientos de km de la vuestra pero es igual de verídica). Pues bien, debo tener una posición frente a las múltiples manifestaciones negativas proporcionadas por ustedes en Opuslibros. Pensaba, es parte de mi visión y versión, lo que representa para mí la vocación, esa llamada de Dios a una entrega total y auténtica, a su servició en bien de las almas, esa vocación que muchos de ustedes predican no existir.

Para mí, vivir la vocación en el día a día es un reto. La vida está llena de retos, retos en  el trabajo, en el amor, en las circunstancias a resolver, en las relaciones interpersonales…  Hablo de vocación como un acto de amor a Dios, de unión con El, de intimidad, no estoy equiparándola a vivir una serie normativa como marcador de la misma. Hay personas que creen que cumplir la normativa es señal de correspondencia al llamado de Dios a amarle sobre todas las cosas. Puede ser parte de, pero no es la totalidad.

Conceptuar la vocación de este modo me da una visión mucho más amplia, grande, de la vida en sus múltiples manifestaciones. De ahí que entienda a quienes se sienten “encerrados” por la obediencia, "maniatados" por la pobreza (y pongan sus aspiraciones en tener dinero en el bolsillo para gastarlo según venga en gana).  De ahí, entiendo, que no logren dilucidar lo que es la vocación como un llamado exclusivo de Dios a amarle. De ahí que no se entienda o no se tenga presente que Cristo murió por mi, personalmente, para salvarme y no sólo me ha salvado del pecado que es lo mismo que decir de la miseria que encierra la naturaleza humana herida por el pecado. Cuántas verdades se encuentran contenidas en el hecho de comprender la vocación como lo que es.

Para mí, Nicanor es un ejemplo de persona que no conceptuó el sentido de la vocación en su totalidad. A través de la narración detallada sobre su paso por el Opus Dei puedo percibirlo. Quién o quiénes fueron los causantes de que esto sucediera, no lo sé y no me atrevo ni a predecirlo. En tal caso confluyeron, me parece, una serie de factores. Considero que Nicanor ha tenido toda la ayuda de Dios para salir de este trance, ha sobrevivido, ha rehecho su vida felizmente. Pues yo, me quedo con lo último y agradezco a Dios porque no descuidó a este hijo suyo tan querido. En última instancia, lo que importa es que Dios no abandona, sino que quiere más a quienes más lo necesitan. Yo no pongo mis esperanzas en el actuar humano de quienes me rodean, estaría lista! Cuando no había descubierto esta gran verdad, me llevaba cada chasco!

He sacado una conclusión, si, llevando años de entrega a Dios, sigues esperando retribuciones humanas, es que no has madurado en esa entrega. Esto es algo real. No sé cómo explicarlo, espero me entiendan. No me quiero extender más. Agradezco la paciencia que Agustina y quienes me leen, tienen conmigo. Vi necesario escribir, lo hice, ahora me siento tranquila. Gracias.

Un abrazo