Hola a tod@s.

Como veo que en esta web hay algunos que imponen condiciones extra para poder escribir, debo responder. Por alusiones, al menos. Dice Armando: “¿qué hacen MariaCS y Gica publicando acá?”. Y dice Supo: “Agradezco mucho su interés por los posibles problemas, pero no entiendo qué pintan en esta página que no es contra la iglesia y ellos -que respetarán a la iglesia- no la van a entender o la entenderán de forma bien distinta a otras personas que participamos habitualmente aquí.”

Al parecer, estas personas se erigen en jueces, sin que nadie les haya pedido su opinión. Que yo sepa, el tono de mis intervenciones ha sido correcto y mi intención ha sido ayudar a los que sufren o han sufrido a causa de la secta Opus Dei. Como pago generoso claman censura para quien se autodenomina “ateo” (o atea). Parece ser que no tenemos derecho a opinar. Muy bien. La última palabra la tiene Agustina.

Mientras tanto quisiera señalar un par de cosas. En general, todos los participantes en la web hablan de “La Iglesia” a secas, refiriéndose a la ICAR (Iglesia Apostólica Católica y Romana). No sé cuantas Iglesias cristianas existen, pero a buen seguro un buen puñado. Hablar de “La Iglesia” como si existiera sólo la ICAR me parece que seria considerado por parte de los directores espirituales sectarios como un pecado de SOBERBIA. ¿No os parece?

A Supo le diré que no intente persudirme de nada, utilizando su lenguaje. ¿Hay verdades OBVIAS, no es así? Mi verdad obvia, que es imposible que el Opus nos reclute a los ateos, no sé porqué la repite en un escrito tras otro. Si no doliera esta verdad, no insistiría en ella. Parece que le duele la palabra en sí: ATEO. Tenemos el mismo derecho a no creer que todos los creyentes en “algo” a creer en ello. ¿Por qué tanta obsesión contra los no creyentes?
En el párrafo del escrito de supo que he reproducido más arriba me ha parecido ver reminiscencias opusinas. ¿Porqué los ateos no entenderemos la ICAR? ¿Quizás porque la vemos desde fuera? Esto me suena a aquel argumento que viene a decir que no se puede criticar la obra sin conocerla desde dentro. Los no opusinos no pueden opinar sobre algo que no conocen. ¿No os suena? Ahora resulta que los no creyentes no podemos opinar sobre la ICAR.
Como siempre, mis mejores deseos para tod@s.

Gica.

P.D.- Gracias a aldeano y Australopitecus por los comentarios razonados a mis escritos y a los de MariaCS. No tengo nada más que decir. Solo esperar que podamos seguir escribiendo aquí y no se nos aplique la censura que otros han pedido. ¡Hay vida más allá del Opus Dei!