Veo que es muy difícil comunicarse con algunos de vosotros. Quizás no me expreso bien. Intentaré decir, con las menos palabras posibles, la idea que quise aportar. Y para empezar, y para evitar malentendidos, diré a Exnumeraria que no soy católica ni creyente. Lo reafirmo. Por lo tanto, es muy normal que no conozca a san Benito. Pero es que además no me interesa saber nada de ningún santo. Por lo tanto, Supo, no me des consejos de mirarlo en las enciclopedias. ¿Cerrado el tema del Benito ese? ¿Cerrado el tema de mis creencias? NO TENGO.

Vuelvo a mi idea. Tan simple que es y cómo lo llegáis a complicar con discusiones que no llevan a ninguna parte. QUIEN NO ES CREYENTE NO PUEDE SER FICHADO POR EL OPUS. No creo que nadie la pueda discutir. Ni su inversa: todos los creyentes, especialmente católicos practicantes, corren un riesgo muy grande de ser fichados. ¿Por qué la lancé? Para que a algunos de los que piensan que la Iglesia Católica, apostólica y Romana (ICAR) es buena y el Opus es malo se les caiga la venda de los ojos. Sé que muchos esperáis un milagro, como dice aldeano. Pero creedme, quien espere que la jerarquía y/o las bases de la ICAR cambien y lleguen a condenar la secta se va a morir esperando. Y sus hijos. Y los hijos de sus hijos.

Lancé esta idea para provocar, en el sentido positivo de la palabra. Porque, en definitiva, mi ilusión sería ver desaparecer la secta. Creía que en esto coincidíamos todos: los antiguos sectarios que tanto os lamentáis y los que nunca hemos tenido nada que ver con la organización. Pero, para mi sorpresa, Supo dice y repite (¡y dice representar a mucha gente!) que “Fíjate, muchos de los presentes ni siquiera lo deseamos –que se suprima al Opus dei--, sólo queremos que se acaben algunas prácticas inhumanas y eso lo puede corregir la madre, como toda madre corrige al hijo cuando se mete el dedo en la nariz.” Si esto fuera cierto, si muchos solo deseáis que la ICAR dé una pequeña reprimenda a la secta, una pequeña corrección (sin pegar, que hace feo), pero deseáis que siga viva y bien viva, entonces os veo muy mal. ¿De qué os lamentáis, entonces?

Gracias a aldeano por su correcta respuesta. A Ana Azanza quiero decirle que no he pretendido tocar el tema del “dar la cara”. Coincido, en general, con tus escritos y, ya que lo has tocado tú, diré que mi anonimato no se debe al miedo a la secta. Hay otras razones, pero miedo te aseguro que no. Sigue tan valiente.

Mis mejores y sinceros deseos para tod@s.

Gica