Mi hermano es numerario desde los 14 y medio. Siempre ha sido el más eficiente y trabajador de la familia. Con 25 años ya era profesor de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universidad de Navarra, con tesis leída en inglés y todo. Ahora, con 27, nos ha dicho que se va a Roma a estudiar. Yo sé, lo he sabido siempre, que por su forma de ser lo iban a meter a cura cuanto antes, pero no me esperaba que todo sucediese tan rápido, además después de haberse labrado una carrera profesional tan potente. Es difícilmente cuantificable el dolor que esto me causa. Yo siempre he tenido mis diferencias con él, pero es una persona con la mente abierta y muchas veces me ha dicho que le ayuda mucho las conversaciones que mantenemos. Él siempre ha tenido un deseo de ayudar a la sociedad, por eso había acariciado la idea de meterse a policía foral, pero al parecer es una profesión mal vista desde dentro del Opus Dei para los numerarios, no sé por qué.

El principal problema es que mi hermano no piensa. Es muy listo, pero no sabe pensar. Es muy inculto, muy poco leído, y todas las decisiones que se piensa que ha tomado con libertad no han sido más que indicaciones bien planificadas por sus superiores. Es tremendamente dolorosa la impotencia que siento al ver como sigue directrices pensando que son elecciones libres suyas. Hace unos años me aseguraba que nunca iba a ser cura, que eso no iba con él. Pasan los años y eso cambia. ¿Por qué? La respuesta es muy triste.

Mi hermano no tiene vocación de sacerdote, pero es un buen tipo, lo que le hace imprescindible al parecer. Es fuerte decirlo, pero esto hace que odie con fuerza la institución. No solo ha fastidido mi vida, sino que está jugando con la vida de gente muy querida. Así que lo digo sin tapujos. Un mundo sin Opus Dei sería un mundo mejor, y yo espero poder trabajar para conseguirlo. Por lo menos para que la gente no tenga que seguir sufriendo a causa de esta secta destructiva y manipuladora.

ashitaka