Sobre mi reflexión (Como madre e hijo).- Gica.
Fecha Wednesday, 24 March 2010
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Gracias a Supo por haber leído mi aporte, pero debo replicar el calificativo de «tonteria» que aplicas a mi escrito. Y debo hacerlo porque después de soltarlo y después de un largo párrafo acabas diciendo: «Es decir, primero tienes que ser creyente, pertenecer a la Iglesia, por tanto, y luego ya puedes integrarte como adepto en la organización. Esto ha sido así desde San Benito.». Exactamente lo mismo que decia yo! ¿En qué quedamos? Si lo que digo yo fuera una tonteria, como dices lo mismo, lo tuyo también lo seria. Y otra cosa: yo, de santos, no entiendo. No se quien es san Benito.

Después de leerte, me has convencido aún más que tengo razón. La secta no existiría si no existiera la Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR) que la cobija. Pero vamos, dejándonos de discusiones absurdas, lo que pretendia es que los que defienden que el Opus es malo y la ICAR es buena se den cuenta de una vez que no pueden alimentar falsas esperanzas. Los que esperan que el Papa o cualquier jerarquia de la ICAR corrija la secta y de la razón a los que han sufrido y sufren por su culpa, van bien apañados.

¿Cómo va a criticar una secta que tiene un «santo» como fundador? ¿Qué piensan? ¿Que la ICAR se va a echar atrás y va a decir que el «santo» ya no es «santo»? La secta encontró un seguro de vida eterna con la santificación del Marqués! Por tanto, mientras haya creyentes que eduquen a su prole como nuevos creyentes, habrá algunos que decidirán llevarla a colegios opusinos y allí los van a reclutar. Si los que habéis sufrido y habéis dejado la secta terminárais también con la ICAR, seria el primer paso para romper el círculo vicioso. La única vacuna contra el Opus Dei es no ser miembro de la ICAR.

En cuanto al comentario de aldeano, mucho más razonado, quisiera puntualizar una cosa. Más que pretender demostrar que el Opus es una consecuencia de la ICAR, mi afirmación iba en la línea de ver qué es lo que NO va a ayudar, seguro, a la desaparición de la secta. Y es en este sentido que me parece obvio que la ICAR, la madre, nunca va a renegar del Opus (el hijo), nunca se volverá contra la secta. Ilusos, para mi, todos los esperan un milagro. Ilusos todos aquellos que, abase de plegarias a dioses, vírgenes y santos, esperan que Roma reniegue de su «santo» marqués. Repito: la única vacuna contra el Opus es el ateísmo.

Gica









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