Quisiera felicitar a la EXNUMERARIA que publicó El consejo más inhumano que escuché en el opus y a MMZ que lo corroboró con otra experiencia semejante.Yo no podría haberlo hecho más claro, corto, conciso y real.
Quiero ofrecer mi ayuda a todos los exnumerarios/as. No sé muy bien cómo hacerlo, pero tengo claro que debo deciros, porque así me sale del corazón, que tenéis todo mi cariño y mis oraciones. Debo deciros que vuestras madres, si todavía las tenéis, deben ser felices y estar con vosotros/as cuándo y cómo quieran, pues se han privado de muchos ratos de vuestra presencia. Dadles cariño a raudales. Vosotros/as habéis sufrido la aridez y a veces el desamor y la soledad de una institución, pero ellas han sufrido en su soledad. Han sido a menudo ignoradas, faltas de cariño, con pocas demostraciones de afecto. Me atrevería a decir que para sus hijos/as durante bastante tiempo han dejado de ser sus madres. No han formado parte de los sentimientos de sus hijos, cosa durísima y difícil de sobrellevar para una madre. ¿Cuántas veces madres, habéis echado en falta un fuerte abrazo de vustro hijo/a?
Quiero también lanzar una pregunta y desearía recibir consejo sobre ella: ¿Qué podemos hacer las madres para que nuestros hijos/as se den cuenta de que los han despojado de todo sentimiento hacia su propia familia hasta llegar a decirte, mirándote a los ojos: “ya no sois mi familia, ahora tengo otra familia”?
A los que aún sois numerarios y numerarias y leéis esta web os pregunto:
¿Creéis con el corazón que estos hechos reales, que a ciencia cierta habéis vivido o vivis aún, pueden venir del Señor?
¿Creéis que estos hechos forman parte de la Ley Natural?
¿Creéis que forman parte de una mente y un cuerpo sanos?
¿De verdad creéis que despreciando a vuestra familia y ignorándola, seréis más santos?
¿Es esta obra la Obra de Dios?
¿Ciertamente estáis convencidos que esta ciega obediencia os hace crecer como personas?
Repìto que Dios es amor, misericordia. Dios quiere que nuestras conciencias se formen libremente. Nunca bajo coacción. Amar a Dios es más simple. Ama y haz lo que quieras nos dice San Agustín.
Llego a preguntarme si mentir, ignorar e insultar a una madre son hechos cristianos, ya que yo como madre los he padecido.
El amor de hijo a madre también se demuestra con estas manifestaciones externas: un fuerte abrazo, que además de reafirmar el amor nos da equilibrio. Abrazarse es humano, es bueno y nos ayuda a amar y a sentirnos amadas.
Montserrat
