Para Melqui y Fernando F
Sobre la bondad y el AMOR
Melqui, no podrías haber hecho una despcripción más simple pero más real y completa de lo que la gente “normal” que ha vivido de cerca con alguien del Opus Dei, tiene. Mis felicitaciones por este fantástico relato...... Yo no he tenido ni madre ni hermanos supernumerarios, pero después de pensar, meditar y observar mucho y, haciendo hincapié en lo que nombras y explicas del comportamiento de los numerarios, te diría que a ellos les despojan de la virtud del amor ya que su vida se limita a normas y más normas, estar ocupado, pensar poco o no pensar, con lo cual se desentienden bastante de “amar”. Estando en este ambiente, en su juventud, no se dan mucha cuenta de esta carencia de amor. Aún así creo que la mayoría de las personas de la Obra son buenas pues por ello, precisamente por ser buenas, y con gran dosis de buena voluntad, entraron (o les hicieron entrar). La gran mayoría ya eran buenas cuando entraron, de lo contrario no las hubieran admitido. El “pero” es que también he conocido algunas que pocos escrúpulos tienen o parecen tener, quizá obnubilados por ¿“el poder”? ¿“el cargo”?... ¿“la certeza de su vocación”? ¿“la seguridad de su salvación”? y cuya forma de actuar se ha contagiado de estos “defectos” de la institución, convirtiéndose en almas “secas” o “juguetes rotos” siguiendo tu lenguaje. Estas personas, a menudo nos tratan como “inferiores”? o no nos atienden del modo adecuado.
De las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, cuando Dios nos juzgue, la fe no la necesitaremos pues ya tendremos al Supremo delante; la esperanza tampoco porque ya estaremos, supongo, en la gloria, pero la caridad, es decir, el amor nos seguirá haciendo falta.
Conclusión: la única norma, él único estatuto, el único catecismo, vademecum, nota, indicación, precepto, virtud, etc.... es el AMOR. Éste sale del corazón y de este corazón, emana oración a Dios para los hermanos. La oración no se planifica. La oración brota, sale, fluye. ¿Cuándo? Cuando el corazón es libre, cuando no está apegado. Por ello cabe decir que aquí no tratamos a la Obra tan “humanamente” ni la presentamos así. La Obra ha acercado a Dios a personas cuya relación personal con Dios ya existía. La Obra ha pautado y normatizado esta relación, cosa que en la mayoría de casos ha secado la espontaneïdad de estas personas y ha minorizado y minimizado la dosis de amor. Evidentemente que Dios se vale de instrumentos imperfectos. Somos imperfectos y debemos tender a la perfección “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto...” Pero la perfección no és un cúmulo de preceptos y normas. La perfección se basa en el AMOR. Y amar es darse, entregarse, es vaciarse , es borrarme a mi para dibujarte a ti.
Montserrat
P.D. Mis palabras de agradecimiento para Agustina por haber creado y mantenido esta web, en la cual se dice claramente que su función no es la de criticar al Opus Dei ni a la Iglesia, sino que es una web libre sobre las vivencias de cada uno en el Opus Dei. Yo personalmente he encontrado palabras de apoyo y he conocido a personas muy buenas que me han abierto el corazón y me han ayudado.
Gracias
