HISTORIAS SOBRENATURALES (III)

Books, 15 de febrero de 2010

Dicen que existe una institución que cuenta con 85.000 miembros.

Resulta como poco hipócrita e inoportuno que determinados miembros tachen de recelosos y amargados a quienes se fueron.

Y es así porque resulta cínico y triste, que determinadas personas que permanecen dentro amargadas, deprimidas y tristes en una obradedios, rebosen odio por los ojos y por la boca, aunque quizá se trate en el fondo de envidia, de impotencia y de cobardía... 

Patética es la actitud de estas personas que siempre están a la defensiva. Penosa es su obsesión por la libertad. Y esto es así cuando te das cuenta de que sin venir a cuento y como con una muletilla implantada con un chip, te sueltan pegue o no pegue “hago esto porque soy libre” y te quedas con cara de tonto porque no sabes a qué se refieren, y no se dan cuenta de que tú sientes pena por ellas.

Patético es que alguien a quien se ha dado cierta autoridad, sin merecerla, les vete el paso por determinados lugares a gente que por edad, ya podría tener nietos.

Patético aunque con menor grado de culpa es que las que podrían ser abuelas no se tomen a chanza semejantes prohibiciones.

Es penoso que determinados miembros dedicados al papeleo, suelten con cara de cansancio y como si tuvieran una labor importantísima entre manos, que “están hasta las cejas”, perdiendo el tiempo miserablemente con papeles, papelitos, notas, notitas, informes y números, muchos números, o pocos ...

¿No recibió Moisés directamente de Dios las tablas de la ley en un pedazo de piedra? Pero claro, una institución que se mueve por ciencia infusa y que es omnisabia, omnipotente, omnipresente, tiene la divina obligación de interpretar un trozo de piedra a su divino modo, creando así sus propias tablas, a base de guiones, informes, carpetas, índices, indicaciones, sobres de color salmón y la madre que los parió.

Estas historias son reales, ocurren en tiempo real con personajes reales, pero hay que tener en cuenta que son contadas por alguien corriente que se mueve en el mundo real, distando mucho de esas otras que la orbitan en una galaxia sobrenatural, en esa obradedios que Dios no creó, porque Dios creó el cielo y la tierra, y vio que era bueno, y porque el séptimo día descansó.

Books.

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