Pescadores de hombres.- Txiqui
Fecha Friday, 12 February 2010
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


 

“Pescadores de hombres”

Txiqui, 12 de febrero de 2010

 

El domingo pasado, como recodareis muchos de vosotros, el evangelio del día era el de la Pesca milagrosa. Aquél en que entre otras muchas frases a considerar, aparecía la que conocemos tan bien.

 

Sorprendentemente el párroco,  un cura mayor, que dirigía la celebración eucarística centró el sermón en el evangelio diciendo, en líneas generales, que la verdadera predicación de Jesús en este texto iba dirigida a sus discípulos y a las multitudes que le seguían…

 

Lo sorprendente fue el apasionamiento y la fuerza con la que comenzó a explicar detalladamente lo que, a continuación de forma resumida, os transmito. Puso mucho énfasis en decir que “a veces, en el seno mismo de la Iglesia, se había utilizado este evangelio para el proselitismo  y que se debía de pedir perdón por la presión ejercida sobre muchas personas”.

 

Que “pescar” consistía fundamentalmente en engañar al pez con un señuelo para posteriormente capturarlo y utilizarlo en provecho propio, comérselo.

 

Que no se podía “engañar” ni aunque fuese para un posible fin bueno, mucho menos en nombre de Cristo. Que aunque Jesús viera que por medio de una mentira se podía convertir a la Humanidad entera, nos diría que no la dijésemos. Así nos lo demostró en la cruz”.

 

Estábamos sorprendidos de escuchar un alegato así  con tan gran claridad.

 

Inmediatamente pensamos en el Opus Dei, que hace de esta frase su particular señuelo desvirtuando el mensaje, creando una gran preocupación y confusión mental entre tanta gente buena.

 

Algo está pasando en la Iglesia cuando en aquella parroquia, una de las más céntricas y conservadoras de Barcelona, se hablaba así.

 

Me hubiera gustado mucho que lo hubieran escuchado en directo todos los que sufren sin saber que la mayor parte de su “desencanto” e incluso “desequilibrio” viene de la falta de coherencia y del engaño de la pesca, que desde luego dista mucho de ser  “milagrosa”.

 

Quería compartirlo con vosotros con alegría, porque de verdad somos hijos de Dios y no del opus. Que su Amor es tan grande que nos permite volver a vivir y ser felices, aún más de lo que fuimos capaces de ser antes. Que desde luego no nos espera con una jarra de “rejalgar” ni con los fuegos del Averno.

 

Resulta, por otra parte imperdonable. un fundador que amenaza con la condenación y la infelicidad. Si esto nos lo dicen mientras fuimos pescados, salimos corriendo, pero ya se sabe lo que es “la pesca”. ¿Os acordáis de la canción?

 

En el mar hay muchos peces de colores, tú lo sabes…

Cuando ves un pez te pones a su altura, con finura, con soltura…

Le disparas el arpón con puntería, lo agarras luego…y se acabó….

A mi me gusta la pesca, pero “pesca submarina” ¡Que eso de esperar que piquen, no me va que no me va!

 

¡Hasta pronto!

Txiqui









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