La costumbre del comentario del Evangelio se vive desde los primeros tiempos de la obra, antes de la guerra Civil; probablemente comenzó en la residencia de Ferraz. Consiste en que uno de la obra del centro, o uno de sanrafael, escoge una frase del texto evangélico que se ha leído en la Misa del día, y la comenta. Según Escrivá, debía ser un comentario breve, incisivo, que encendiera y lanzara a quienes lo escuchaban al apostolado.

Para asegurarse que el comentario está conforme al espíritu del opusdei, lo lee previamente el director del centro o de la actividad en que se esté, y puede decirle al interesado que haga las correcciones oportunas; con bastante frecuencia se corrige a los más jóvenes en sus comentarios. Como se puede comprobar, siempre, como tantas cosas que se viven en el opusdei, "con la mismita naturalidad que el agua brota de una fuente", como me gusta recordaros aquí con frecuencia.

Al final se añade la Misa del día siguiente, si se reza alguna oración y si es una fiesta tipo A, B, C. El que lo ha redactado lo firma y después de leído, lo recoge el director y se envían al cabo del tiempo a instancias superiores, ignoro cómo de elevadas, donde presuntamente se archivan y sirven, junto con los diarios de los centros, para escribir la historia de la obra y demostrar -esto es literal- que todo se ha vivido siempre igual y en todos los sitios, como quiso np. Por eso no dejan de escamarme a la vez que esperanzarme, los vientos de cambio que soplan, según se nos dice desde dentro y repetidamente en esta página.

Normalmente este comentario, que se hace en todos los centros de la obra, no solo los de gente joven, lo escribe en una octavilla aquél que está de turno ese día. Eso significa que, al menos en los centros de varones, es quien ha ayudado a Misa, dirige el rosario, las preces y la visita al Santísimo y bendice la mesa en las comidas. Puede que me deje algo, pero poca cosa más. También hay un encargado de turnos que te recuerda la víspera "mañana estás de turno", vete calentando.

Como os decía, parte del turno es redactar el comentario del Evangelio que se leerá antes del examen de la noche. Algunos que he oido resultaron realmente divertidos; os los repetiría pero me he olvidado de su contenido. Ayer martes, escuchando el Evangelio de la Misa del día tuve deseos de hacer un comentario del Evangelio para los lectores de opuslibros, sobre todo para los que siguen viviéndolo en sus centro y actividades. Me hubiera gustado leerlo dentro pero,  más vale tarde...

El texto del evangelio utilizado es mucho más largo que el usado normalmente, pero he visto conveniente dejarlo para captar todo su sentido y que los que no están familiarizados con la costumbre puedan entenderlo.

Centro X 9 de febrero de 2010

6 Él les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice:
"Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí". 7 En vano me rinde culto:
las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. 8 Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres".

9 Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios.  10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte.
11 En cambio, ustedes afirman: "Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán –es decir, ofrenda sagrada– todo aquello con lo que podría ayudarte...".
12 En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre.
13 Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!".

Pidamos al Señor y a Su Santísima Madre que no nos escondamos detrás de normas y costumbres humanas, por muy divinas que nos digan que son en su origen, cuando éstas contradicen la Palabra de Aquel a quien únicamente puede llamarse en la tierra, Maestro, Señor y Padre.

Mañana, Jueves de la 6ª Semana del Tiempo Ordinario, Ntra. Sra. de Lourdes. Adoro te devo te.