Hola Gómez: Por favor, Hazme un huequecito debajo de tu paraguas porque me sumo al 100 % al contenido de tu último envío y más que voy a decir, a lo mejor con uno solo no tenemos suficiente.

Hola Daniel_M: Todo lo que dices está muy bien, y la inmensa mayoría de los que leemos la página ya lo sabemos porque hemos sido educados en el catolicismo, pero resulta que los que de verdad vivimos en medio del mundo, sabemos que hoy por hoy, la mayoría de los matrimonios que se celebran en las iglesias católicas lo hacen por pura tradición y que los contrayentes ni siquiera asumen que están recibiendo un sacramento que los une de manera idisoluble.

¿Se casó Gallo con la supernumeraria porque estaba enamorado y era la única manera de poder estar con ella?

 En lo único que disiento con el último escrito de Ana Azanza  es en que muchas veces cuando se está enamorado/a es muy difícil ser racional y en muchas ocasiones el sujeto que se encuentra en este estado emocional está ofuscado y no puede ver ni discernir con claridad. Yo defino el enamoramiento como un “estado de gilipolléz” que está muy bien vivirlo pero que es bueno que no dure demasiado y dé paso al amor para no deteriorar en exceso la salud mental y física del afectado/a.

Estimado Gallo yo no se porque te casaste con la supernumeraria, ni se hasta que grado os llegasteis a conocer durante el noviazgo que supongo vivisteis. Pero lo que si creo es que tú tienes todo el derecho del mundo a divorciarte y ella tiene también todo el derecho del mundo a no divorciarse porque sus creencias no se lo permiten. Con lo cual, es evidente que tienes un grave problema.

Desde mi punto de vista tienes dos opciones que ya han apuntado Mineru y Gómez.

1.       Si eres español con una simple demanda de divorcio por tu parte bastaría y como no hace falta siquiera que le pidas consentimiento, pués, desde mi punto de vista y sino que algún canonista me desmienta, ella no incurriría en pecado ya que no ha consentido y lo has hecho en contra de su voluntad.

2.       La opción de Gómez, que en principio, sería la mejor para ella ya que sería su propia iglesia la que le concedería la nulidad del matrimonio y después solo tendrías que trasladar la nulidad al registro civil correspondiente.

La segunda opción es mucho más larga y costosa que la primera, y además no hay garantías de que se produzca la nulidad, excepto en el caso de personajes famosos y/o influyentes que pueden pagarse los mejores abogados y especialistas para los informes pertinentes.  Seguramente alguien pueda pensar que son muy mal pensado pero resulta que puedo hablar con conocimiento de causa ya que por mi trabajo tengo relación con un sacerdote que es también letrado del Tribunal de la Rota y que me ha explicado unas cuantas cosillas sobre el asunto.

En fin Gallo, ojalá consigáis arreglar el tema lo mejor posible para los dos. 

Un abrazo para todos y todas.

Aloisius