Hola, Felipep, amigo.
Me ha escalofriado y conmovido tu corto, pero vivísimo testimonio.
Dios te ama y te quiere feliz. Ser feliz es la forma más coherente de dar gloria al Creador. Tienes obligación de buscar tu verdadero sitio en la vida.
Dices que estás solo; te entiendo: yo pasé muchos años en esa fría soledad. El fundador decía que el que se siente sólo es porque quiere, y en parte, tenía razón, pues el que quiere seguir dentro rebozado en su triste aislamiento, es porque no toma la decisión de decir ¡adios! a una vida sinsentido, jodido por seguir no la voluntad de Dios, sino la de un pobre hombre, como acertadísimamente ilustra Luxindex en su segundo mensaje. (obedéceme…)
Me apetece mucho hablar contigo, espero tu respuesta a través de Agustina. (No se donde vives… no me importa viajar, siempre que no tenga que atravesar el charco!
Mgcs: Te voy a contar algo: después de muchos años dentro, me sentía como un pulpo en un garaje, y precisamente el día que cumplía un mes de mi salida, topé con una persona, antigua compañera de viaje. Charlamos… le expliqué mi salida tal y como yo la veía entones: es que he tenido muy mala suerte con las personas… me han pasado cosas increíbles… he sufrido una calumniosa persecución, un injusto trato por parte de quien suponía todo para mí. Al fin, he quebrado, y ya un trapo… he tenido que abandonar. Ya no espero nada de la vida.
Me acogió, me dio calor, me presentó a su familia y amigos, y me dijo que ya iría entendiendo que las personas que tanto me jodieron, no hacían más que cumplir órdenes, con el convencimiento de que obedeciendo cumplían la voluntad de Dios. Que el problema radicaba en que la institución era una estructura de pecado. Lo que en aquel momento me escandalizó, en poco tiempo lo he visto clarísimo, me han encajado todas las piezas que antes tenía sueltas, como las tienes tú ahora.
Yo querría ser ahora para ti, como esa persona con la que me encontré casualmente el día que cumplía un mes de mi salida.
Quiero que esperes algo de la vida.
Te digo como a Felipep: pídele mi correo a Agustina, si quieres.
Mondy: Caray!
En primer lugar, te deseo mucha suerte, de corazón.
Después, hacerte considerar que esta página es leída en secreto y avidez por multitud de miembros de la obra. Unos, para informarse con veracidad de lo que realmente es la institución a la que han dado su vida. Otros, para enterarse de cómo está el percal y qué enemigos tienen dentro fuchicando en esta demoníaca página, y delatando lo que debería quedarse en la intimidad de la familia.
¿Sabías que tu culebrón va a alimentar la curiosidad de muchos hermanos, que por su bien delatarán las correrías y andanzas de la persona a quien quieres tanto? ¿sabías que a éstas horas, los colegas de los que él se zafaba hasta las 6 de la mañana, ya conocen todo lujo de detalles sobre los besos que en ese momento os dabais? ¿sabías que lo que se desenvolvía en un círculo entrañablemente íntimo, ahora sirve de documento público, empleado probablemente como escarnio de quien ya se arrepintió?
¿Sabías que Dios perdona y olvida haciendo borrón y cuenta nueva, pero la obra de Dios no? Y que el que deja de tener una hoja de servicios impecable, ya no volverá a gozar de la confianza de los directores? ¿Sabías que por ello, probablemente pierda, además de su cargo de director, también su trabajo profesional si está relacionado con la Prelatura?
¿Puedes imaginar sus sentimientos al ver al descubierto los días mágicos que él conservaba en su intimidad?
Desde luego, tu forma de proceder, podría haber sido la más acertada para, estando los dos de acuerdo, que le facilitaran la salida, y así tener vía libre de manera fácil. Hábil maniobra.
Entenderás ahora, el motivo de las firmas con pseudónimo. Hay miedo, mucho miedo a la institución. Ni perdonan, ni olvidan.
Os deseo felicidad, y la mejor suerte a ambos.
Madres: Montserrat, Marietta, Nelli… Tenéis razón. Uniros, y al Vaticano. Que sigan oyendo en Roma. Y si podéis apoyaros en alguna institución ya constituída, mejor.
Hay algunas que os pueden servir de ayuda:
Largantza (www.largantza.org).
“Red de apoyo para las víctimas de sectas”
AIS.
REDUNE
Todos con vosotras. ¡suerte!
Lucas: Tu artículo El gobierno en el Opus Dei, hay que hacerlo llegar a Roma: un aspecto diferente y complementario a lo denunciado hasta ahora. Gracias.
Salvador: Fantástico tu escrito La Obra y el Concilio Vaticano II. Es importante que los de dentro lean de forma tan bien documentada, en qué caldos se cocieron los criterios que rigen sus vidas.
Saludos y abrazos a todos,
Fueraborda.
