Soy aún miembro, acorralado, en el interior de la Obra parece que soy una roca firme y tengo muchos encargos de formación, pero estoy totalmente confundido, no distingo actualmente entre lo bueno y lo malo, y aunque me considero y en mi trabajo me consideran un hombre maduro y con mucho criterio en la toma de decisiones, actualmente estoy derruido. Fui en busca de ayuda a un sacerdote que me inspiraba confianza, lamentablemente resultó ser de la obra me preguntó en plena confesión mi nombre donde vivía y que hacía, y que si no estaba interesado en dirección espiritual y unirme a un grupo........., que daño me hizo, caminé llorando al salir de la iglesia. El retirarme seria un escandalo, sobretodo por mi posición en una obra corporativa y estoy seguro que estaré sometido a una persecución, y actualmente estoy tan débil y solo que no me atrevo. Me estoy volviendo paranoico y asustadizo, ¿porque si tanto daño sufrimos, la Iglesia no hace nada? es una injusticia.

Estoy pensando en un psiquiatra, pero me siento tan solo y abandonado que apenas me quedan ganas  de vivir.

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Felipep