El Concilio Vaticano II y el opus.- Juan
Fecha Monday, 28 December 2009
Tema 010. Testimonios


Querido Dionisio:
 
Lamento decirte que estoy de acuerdo contigo. Sobre los hechos no vamos a discutir. Como dice no sé dónde: “Lo que nuestros ojos vieron y nuestros oídos oyeron”. No he estado ni la tercera parte de tiempo que tú en el Opus Dei y no voy a presumir de saber lo que nadie más sabe. Sí puedo hacerlo de haber reflexionado durante muchos años sobre las mismas cuestiones sin resentimiento, como quien acepta su vida tal como ha sido y trata de entenderla.
 
Prescindes de dos cuestiones, como mínimo, a las que yo me refería en mi escrito. Una no tiene mucha importancia y otra, probablemente, es el núcleo del mismo.
 
En primer lugar yo no decía que la Lumen Gentium contenga fielmente el pensamiento de Escrivá, sino que me refiero expresamente a los capítulos que tratan sobre el laicado y la llamada universal a la santidad; creo que llevan los números V y VI. Al parecer don Álvaro fue Secretario de una primera Subcomisión sobre el laicado y ésta preparó un documento que finalmente se desgajó en dos: una parte se integró en la Lumen Gentium y otra en el Decreto Apostolicam Actuositatem. Hablo de memoria y cito siempre de memoria, por lo que quien quiera impugnar la exactitud de mis citas puede hacerlo con toda libertad.
 
El segundo punto, mucho más importante, es la afirmación que hago de que San Josemaría –no lo he canonizado yo, pero me atengo a los hechos- tenía gracia de Dios para fundar el Opus Dei, pero no para juzgar a la Iglesia ni al Concilio. Luego en esta materia podía cometer errores y resulta evidente que en algunos puntos se equivocó, pero eso no resta ni un ápice a su santidad. Cito cuestiones concretas en mi escrito anterior.
 
El que quiera saber lo que pensaban nuestro padre y don Álvaro en esos años puede leer “Amar a la Iglesia”, “Conversaciones”, “Fieles y laicos en la Iglesia” y “Escritos sobre el sacerdocio”, estos últimos de Álvaro del Portillo. Creo que todos tenemos derecho a que se nos juzgue por nuestros actos, en menor lugar por los escritos y de ninguna manera por los errores puntuales que cada uno pueda cometer. Como decía San Josemaría: “¿Qué sería de un cuadro que no tuviera sombras, que no fuera más que luz? No habría cuadro.”
 
Por último omites que la confusión no era exclusiva del fundador del Opus Dei, sino que se extendió como una mancha por todo el rostro de la Iglesia: Padres conciliares, teólogos y todo tipo de dirigentes eclesiásticos; y hablo de confusión como no saber hacia dónde tirar, si a la derecha, a la izquierda o al centro. Esto lo hemos vivido todos y el ambiente no empezó a clarificarse hasta el pontificado de Juan Pablo II.
 
Acabo de ver el final de la película “Bar Coyote” y me he emocionado bastante. La verdad es que yo también estoy bastante senil. Tú has estudiado Medicina ¿verdad? Yo Derecho y supongo que se nota algo en mis escritos.
 
Feliz Navidad.
JUAN.








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