La teniente Laguerta de Dexter.- Mafalda
Fecha Wednesday, 16 December 2009
Tema 020. Irse de la Obra


Me quedé pensando...

En las veces que en la web alguien dice cosas como por ejemplo "que bajo ningún concepto se puede merendar un sábado o tomar una caña dos numerarias/os así sin más, a no ser que te enfrentes con una lluvia de correcciones fraternas" y otros dicen que "eso es flexible" que "solo es un consejo" que haces lo que te da la gana que nadie se mete contigo en esas cosas digamos pequeñas.

Lo cierto es que todo es cierto según de quien estemos hablando. Si hablamos de mi, y en el caso concreto de la merienda de los sábados, puedo decir que la única vez que merendé un sabádo (no día de fiesta A o B o C o quizá ahora las llamen Z o no las llamen de ninguna manera... da igual), me tomé un Magnum tropical, agosto, Alicante.  La directora que dio el ok a esa corrección fraterna sabía que ese verano (tanto desde mi centro como desde la delegación) no me había dado permiso para dedicarme a las asignaturas que me quedaban de la carrera, sino que tenía que atender charlas y dar círculos y todo esto del curso anual. Ella también sabía que esa tarde una adscrita me había dicho que se iba del Opus Dei. Ella sabía que el peso de que mis padres estuvieran haciendo sacrificios económicos para costearme la carrera fuera de casa y yo no estuviera dedicándole el tiempo necesario para sacarla porque las labores internas siempre iban por delante, aunque fuese encender velas mismamente... A mi me pesaba mucho pero mucho en la conciencia. Lo cierto es que sabía todo esto, y aun así accedió a que me hicieran la corrección fraterna. Y cuando le comenté que independientemente de todo, creía que accediendo a este tipo de historias, estaba "deformando" a la que me la hizo, ella me argumentó en un tono cariñoso y sobrenatural, que aquello debía ser así.

Lo cierto también es que en aquel mismo lugar, con la misma directora, con el mismo u otro sábado de agosto, hubieron numerarias que merendaron ese u otro sábado, y nadie les dijo nada, o quizá les felicitasen por su flexibilidad con el espíritu sin perder la esencia... o algo así.

Todo es cierto, las dos versiones son ciertas. Pero el problema no está ahí.

Esta reflexión venía de leer a Calandria. Como está intentando a toda costa cuidar y proteger y amar al Opus Dei, o a Dios a través del Opus Dei, o al Opus Dei y a Dios, o... Se mete en todos los berengenales que haya por la causa. Creo que la entiendo, o quizá no, pero tampoco cambia nada. Si por ella fuera, cual buena madre haría con sus hijos, da todo lo que tiene, sabe y escribe, por lo que quiere, ama o cree que es lo que le pide Dios.

Es muy amargo aceptar que lo que más amas puede ser lo más corrupto. Esa mezcla de máxima inocencia y máxima crueldad en una misma cosa, creo que es de lo más difícil de aceptar, de soportar.  

En la tercera temporada de la serie Dexter, la Teniente Laguerta con el caso de su amigo Miguel, creo que nos da un ejemplo contundente, impresionante, brutal, de cómo ha de comportarse un ser humano ante estas contradicciones que nos presenta la vida. A veces no parece tan claro que la verdad nos hará libres, pero siempre la mentira o tapar la mentira nos convierte en algo oscuro.

Un beso, un abrazo y si pudiera... un masaje en los pies a cada uno.

Mafalda









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