Once años después (7).- Maripaz
Fecha Wednesday, 16 December 2009
Tema 077. Numerarias auxiliares


ONCE AÑOS DESPUÉS (7)

Maripaz, 16 de diciembre de 2009

 

Algunas de las personas y familiares de mi entorno, viendo que estaba un poco sola, me animaban a que fuera con ellas a la Asociación de Amas de Casa. Pero yo interiormente, aborrecía todo lo que fueran asociaciones y reuniones que pudieran coartar mi libertad recién estrenada. Ya había estado bastantes años como asociada numeraria auxiliar... Huía del compromiso como alma que lleva el demonio, aunque fuera para pasar mejor mis momentos de ocio.

Es como una secuela que todavía no he logrado superar. Primero, por mi manera de ser independiente pero, además, porque fueron demasiados años viviendo un compromiso que me anulaba totalmente...



Pude volver a saborear el folklore de mi tierra cuando en las fiestas, el Ayuntamiento ponía una carpa en la plaza principal y venían de distintas capitales grupos a bailar. Hacía años que no lo veía, las sevillanas formaban parte de mis aficiones musicales y aunque no sabía bailarlas bien, me defendía.

Me parecía mentira, poder asistir al espectáculo sin prisas. Sin tener que ir corriendo a la" casa pequeña" a preparar la cena o la merienda a los residentes. Me quedaba extasiada horas enteras.

Una temporada, apareció por el pueblo, un teatro ambulante. Lo instalaron cerca de mi casa. A mi madre le encantaba el teatro y pude asistir con ella a diario a la función. Era por la tarde y fue una de las experiencias más estupendas que viví por aquella época. Por supuesto, ni eran grandes actores ni grandes obras, pero para mí, era lo máximo de lo máximo...

Otras de las cosas que llamaban mi atención, eran los bailes populares en la plaza. Había personas mayores que eran expertos bailarines. La alegría de la gente del pueblo, se metía en mi interior y me contagiaba. Pensé en que me gustaría grabar esos momentos para guardarlos entre mis recuerdos entrañables. Por entonces, no tenía videocámara, pero al poco tiempo, borré de mi mente la pregunta del círculo "...lujo, capricho, vanidad, comodidad, etc." y me compré una videocámara último modelo. Desde entonces, junto con mi cámara de fotografía, recuperé mi vocación periodística y no la he abandonado. Es más, todas las personas que me ven haciendo mi trabajo de comunicación, piensan que tengo la carrera de periodista y que hice mis estudios en la prestigiosa Universidad de Navarra... la verdad que me sé vender... jejejejeje.

Una mañana, avisaron urgentemente a la chica que atendía por unas horas a mis padres, de que su marido había sufrido un accidente muy grave. Se había caído con el coche por un barranco y había estado un día desaparecido. Cuando le encontraron estaba muy grave. La chica, tuvo que dejar su trabajo una larga temporada para cuidarle. Nos mandaron una chica nueva pero les costó bastante adaptarse a mis padres, porque llevaban mucho tiempo, con la otra.

Mi padre, estaba operado de cáncer de colon y además respiraba con ayuda de una botella de oxígeno debido a la enfermedad de la silicosis, la enfermedad de los mineros. Los ancianos y los enfermos, al ir perdiendo sus capacidades, se llenan de inseguridades y miedos. Al marcharse la chica que le atendía, se acentuó su inseguridad.

Por entonces, yo me dedicaba a hacer mi vida pero, en el entorno familiar, mi colaboración era escasa. Tenían cubiertas sus necesidades básicas y no me necesitaban. Por otro lado, era bastante inútil cuidando enfermos. Pero viendo el temor de mi padre sobre todo, intenté desde el primer momento colaborar en todo y ganarme su confianza, pues la verdad, no se fiaba mucho de mí. Puse en ello todo mi empeño y a los pocos días le pude cambiar con éxito, la botella de oxigeno, que entonces eran enormes y destartaladas. Para él fue como el cúmulo de la felicidad y sentí que me miraba con orgullo largo rato.

Descubrí así, el arte de cuidar a un ser tan querido como mi padre, que tanto había hecho por mí siempre. Fueron días intensos de mimos y besos... todos aquellos que le había negado durante tantos años de mi vida. Es una sensación única volver a reencontrarte con un cariño tan sincero y autentico como era el de mi padre y aunque castellano recio y fuerte, más de una vez le vi emocionarse agradeciendo mis cuidados.

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