No te pases Coplasuelta.- Ramón
Fecha Friday, 04 December 2009
Tema 900. Sin clasificar


Aunque me había propuesto no intervenir en Opuslibros, de vez en cuand rompo mi silencio escrito. He leído el correo de coplasuelta (miércoles 1), y compruebo que o bien yo soy muy corto o bien se ha explicado bastante mal.

 

Creo que intenta condenar las ideologías como contrarias a la Iglesia, al proponer su reforma, y por el camino se pasa cuatro pueblos y pone al mismo nivel a Escribá y a Arrupe, la teología de la liberación (y en su contexto más amplio la opción preferencial por los pobres) y la teología/mentalidad de la Opus.

 

En primer lugar, la ideología, en contra de lo que nos han querido hacer creer, en particular desde algunas ideologías muy conservadoras, como las del Opus, no es mala. Todo el mundo tiene una ideología, lo mismo que una mentalidad, y unos ideales que le ayudan a comprender el mundo y a comportarse. Lo malo es cuando esa ideología es intansigente, intolerante y tiránica. De eso en la iglesia católica sabemos mucho. Así que menos lobos, caperucita. Lo que no quieren es que alguien piense con ideologías diversas, y pongan en cuestión el estado actual de las cosas, que en muchos casos dentro de la Iglesia es bastante lamentable. Aunque el Papa haga como que no le afecta.

 

Esto trae lo segundo: "Ecclesia semper reformanda" creo que se decía. La Iglesia siempre debe estar pendiente de su reforma, para ver cómo ser más fiel a Cristo en cada momento histórico. Las prácticas y propuestas del siglo XVI, por muy santos que fueran sus promotores pueden no ser las mejores para el siglo XXI. Y si no lo hacemos así, el mundo nos pasará de largo, como ya lo está haciendo ahora. ¿que los que pregonan la reforma son unos inútiles, inconscientes, o no tienen claro ni ellos lo que quieren, o cómo se debería hacer? Es posible. Tampoco les dejan, dicho sea de paso. Y no nos engañemos: ¿se cree alguien que la Iglesia seguiría en pie sin la reforma del Concilio? ¿Iba a seguir alguien con el rezo en latín, el cura vuelto al pueblo y el Papa en a silla gestatoria?

 

En tercer lugar, difícilmente se puede comparar a Escribá con Arrupe. Ojo, que no digo que Arrupe fuera perfecto. No lo era, era un hombre. Pero la grandeza de su figura no tolera la comparación con Escribá. Arrupe, que empezó siendo un hombre más de su tiempo, con sus prejuicios, fue un apasionado de la búsqueda, de la verdad, de Cristo. Escribá también lo sería, pero sus derroteros fueron hacia la fosilización, el enclavamiento, la intransigencia. Mientras Arrupe ponía en juego su institución, su propia persona, Escriba eregía el culto a la personalidad y creaba una potente estructura financiera. A Arrupe su búsqueda de la fidelidad a Cristo no se le perdonó, porque puso en riesgo dogmas e instituciones. El Papa se encargó de darle la puntilla, a él que siempre permaneció fiel a la figura del sucesor de Pedro. Pero a medida que la imagen de Arrupe crece, la del Papa se encoge. Arrupe fue un hombre siempre dispuesto a aprender de los demás, en los que veía la mano de Cristo: su prisión en Japón, durante meses, amenazado de muerte, fue un periodo de profunda trasformación espiritual... y de conversión para sus carceleros. Su experiencia con la bomba atómica le cambió profundamente, y ya nada fue igual. Lo que él "vio" ese día de 1945 le llevó a despojarse y a despojar a su orden, para servir a los pobres. Lo consiguió a medias, pero por el camino dejó su vida. El contaste con Escriba no puede ser más patente.

 

Finalmente, me parece que denigras la "opción preferencial por los pobres". Pues estás metiendo la pata. Esta pronunciación teológica no es un fruto ideológico, sino una proclamación de los obispos americanos ante la miseria de su pueblo, tras muchos años de servicio a esos pobres. Así, no es un "acto primero", una proclama de principios, sino un acto segundo tras una práctica comprometida. No es una idea exclusivista, porque a Cristo no se le puede excluir, pero situa bien dónde y porqué está la iglesia en el mundo. El propio Jesús dice "anunciar la buena nueva a los pobres, la liberación a los oprimidos...". Esto, que no se te olvide, ha llevado al martirio a muchos cristianos, tanto laicos como agentes de la palabra, catequistas, curas, monjas y obispos. Todo ello ante el estruendoso silencio de Roma.

 

Total, que a ver si no nos dejamos llevar por clichés ideológicos que no sospechamos que tenemos.

 

Con Dios

 

Ramón









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