Errores y faltas.- Castalio
Fecha Friday, 04 December 2009
Tema 010. Testimonios


Estimada María M.,

Hablas de subsanar "errores", pero lo que el Opus Dei -como institución- comete, no son errores o equivocaciones, sino "faltas". Me imagino que sabes muy bien la diferencia. Y muchas de las faltas de las que aquí se habla y trata con mayor o menor seriedad, no son "errores personales". Se trata de modos de operar y actuar que son atribuibles al fundador y al diseño institucional, cultivado más tarde por sus sucesores. Basta con leer las instrucciones sobre el modo de hacer proselitismo, que aquí se publican, para constatarlo.

Por otra parte, aquí no sólo escriben personas "dolidas" (por las que tú pides a Dios), también lo hacemos aquellos que, sin estar resentidos, deseamos dar testimonio o reflexionar sobre una vida que nos fue secuestrada por una institución que a eso se dedica desde 1928, o ¿de qué otra manera podemos llamarle a la forma en que cooptan personas "hablándoles para pitar" o invitándolos a actividades aparentemente inocuas para "plantearles la vocación" a la primera de cambios? ¿de qué otra cosa se habla en los consejos locales cuando se reúnen para "dar seguimiento a los pitables"? ¿por qué ha de ser pitable al menos uno de los "quince amigos" que cada uno de ustedes tienen (o deben tener) "colgados de los dedos de las manos"? ¿Por qué, en fin, le plantean la vocación prácticamente a cualquiera que ronda sus casas? Yo lo hice, yo planee muchos pitajes durante muchos años a sabiendas de que, aun cuando no "veía" por dónde alguien pudiera ser numerario, sentía que debía hacerlo en bien de la Iglesia y por obediencia a los modos institucionales encarnados por los "vocales de San Rafael". Creeme que no estoy resentido, pero sí triste por que exista una institución como esa a la que llamas "mi familia". Mira, cuando la gente mayor de la Obra sufre, como me decía un día don Florencio Sánchez Bella, hay que dejarla para ir "a por más", "a por los pitables". Cuando la gente se va, nadie le pregunta si vive en una ratonera o con un mínimo de dignidad. En tu familia no hay hermanos, sino compañeros de combate a los que jamás puedes tratar como hermanos, o al menos con la confianza con que por principio se trata a los hermanos, pidiendo ayuda y confiando en su discreción y lelatad. Ahí todo es suspicacia, delación, chivatazo.

Eso es lo que vi y viví muchos años, siendo numerario. No me salí cabreado ni resentido, sólo triste por saber que existía el Opus Dei y que su fundador fue canonizado a pesar de haber sido el creador de todas esas raras estrategias que se siguen en la Obra para lograr que se inscriba en sus filas el mayor número posible de miembros célibes.

Saludos, y gracias por encomendarnos a todos. Lo digo en serio.

Castalio.









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