Querido Miguel M. no hagas desesperar a tu hijo.- Damián
Fecha Friday, 20 November 2009
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Se cuenta que hace ya muchos años en la ciudad de Vilna., Aaron Waldenmeier el rico negociante inmobiliario, un viernes ya de noche al comienzo de la cena del buen Sábado, estaba sensiblemente consternado, porque su hijo Kapell que ya tenía veintitrés años no había encendido las velas del comienzo de la noche, no había acudido a la sinagoga a celebrar el oficio de recepción del Santo Día y además se había presentado a la mesa, despeinado, mal vestido y con la cabeza descubierta. En ese preciso instante el padre antes de bendecir el pan le reprochó en público a su hijo todos los defectos que previamente había detectado.

A la cena no sólo acudían los miembros de la familia ya que Aaron Waldenmeier generosamente aquel día había invitado a muchos de sus empleados a compartir el “Gut Schabas”. Kapell contestó insolente y sin respeto a su padre y este se levantó de la mesa se acercó a su hijo y entre ambos surgió una discusión violenta, tanto que Aaron abofeteó en presencia de todos a su hijo y este le devolvió la ofensa con un terrible sopapo. Aaron Waldenmeier en la mañana del domingo se presentó ante el gran Gaón de Vilna exigiéndole que castigara a su hijo pues había ofendido a la gran mizvah de “Honrar a Padre y Madre”. Pero el buen Rabino le contestó lo siguiente –“Antes debo castigarte a ti porque has provocado el pecado de tu hijo y además mientras le pegabas profanaste la paz del Santo Sábado, si no le perdonas yo debo sancionarte previamente a ti”-.

Querido Miguel M. te sugiero que no desheredes a tu hijo, golpea con perseverancia a las puertas de la Iglesia y reclama compasión para ti y tu mujer, ese es un buen camino de redención para tu hijo. Que Dios os bendiga.

Damián









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=15440