LO QUE DEBERÍA DECIR CAMINO (Puntos 13 al 21).- Floresyflorecillas
Fecha Wednesday, 04 November 2009
Tema 010. Testimonios


LO QUE DEBERÍA DECIR EL LIBRO DE CAMINO:

PUNTO 13

Aleja de ti, todo pensamiento, que, nó siendo útil para tu vida espiritual, te hace tropezar y pecar. Considera que muchos deleites, que en sí mismos nó son malos, están ocupando el puesto que corresponde, en tu dialogo con tu Padre Dios, y que, precisamente por eso, luego te dejan un vacío amargo en tu espíritu, con una “voz” muy tenue y delicada, que te dice: “¿Porqué me buscas en otro lugar donde no Estoy, y juegas y te diviertes contando cosas a otro que no soy Yo?”. Es verdad: Dios es tú lugar, y tu ocupación es la oración con Él, y el disfrute de Amarle a Él.

PUNTO 14

Dios te ha dado un tiempo para ti. ¡Es tuyo, y lo sabes!. Nadie te lo puede arrebatar, hasta que tu Padre Dios que es quien te lo ha dado, te diga basta!. Aprovecha ese bendito tiempo que te ha sido dado. Considera que lo tienes, para ir poco a poco conociendo a tu creador. “Dejadlos crecer juntos, no sea que arranquéis el trigo junto a la cizaña”. Y, así, te vas haciendo trigo, cada vez que buscas a tu creador en todos los bienes (“Bien”) de la tierra, y en todas las cosas buenas (“Bienes”), que existen y que Dios a creado, para que conociendo, todo lo bueno que Dios ha creado, le Ames también a Él, que es “Él Bueno”...



Ama toda las cosas buenas, pues todo bien procede de Dios, y da gracias por todo bien que poseas, pues todo procede de Dios, que reparte bienes, y da alimento a justos e injustos, y a todos da las mismas oportunidades, porque es un Padre Justo, que Ama a todos sus hijos, los buenos y malos, tal como los Amaría un buen padre en la tierra: sin distinción de clases.

No desprecies a ningún pecador por serlo, ni le insultes ni le desprecies. No los consideres perros ni animales, pues son almas creadas por Dios, como tú, pero que van, por un camino equivocado. Quizás vean tu camino y lo sigan, si de verdad tú también crees con seguridad, que el camino que estás andando és el correcto, pero no vas a creer que sea correcto, si te comportas como lo haría un pecador: insultando, despreciando, odiando a quien no ve tu camino como tu lo andas. ¿Así, cómo vas a apreciar tu camino?


PUNTO 15

Deja tu trabajo para mañana. No tengas prisa: El Tiempo, La Eternidad es de Dios. Dios es el Señor del Tiempo, El Alfa y El Omega. Tú sin embargo Vives en Su Tiempo. Haz con tu tiempo, lo que tengas que hacer, pero si ves que no puedes hacer más, si ves, qué desearías hacer más, pero nó puedes, si tu deseo es conseguir todo lo que te proponías, pero ves que no llegas a ser capaz de conseguirlo, entonces és el momento de Dios. Abandona tus tareas en Dios. Duerme en Dios. Escucha a Dios, que te está diciendo al oído: “Déjame hacer a Mí, porque tú no puedes hacer más, y ya verás cuales son Mis designios, y ya verás cual será tú paz”.


PUNTO 16

Tú eres del montón. Del montón de pecadores que dice nó tener pecado. Del montón de hombres y mujeres que han heredado el pecado de Adán. No intentes ser diferente a los demás, al contrario: identifícate con ellos, pero trata de seguir siempre el camino de tu Padre Dios, porque a diferencia de otros, tú buscas el camino de la Sabiduría que te conduce a Dios. Identifícate con tus hermanos los hombres, pero al mismo tiempo, sé diferente a ellos. Que tu diferencia sea buscar el Reino de Dios en la tierra, para que ya aquí la gente sepa lo que es el cielo, y viéndolo, puedan amarlo también.

PUNTO 17

Sé fino en tu conducta. Sé atento en tu obrar. Ten delicadeza en tu trato con los demás. “Como quieras que te traten, trata tú a los demás”, pero si ellos no te tratan tan bien como tú les estás tratando, dile al Señor: “Mira, Señor, la gente no me trata bien, y sin embargo yo sí que lo hago”, y Dios te dirá: “Amado hijo, en quien me conforto, si todos mis hijos fueran como tú, nó sufriría al verlos, cuando van y vienen, y no saben a donde van ni de donde vienen. Gracias por ser complaciente con mis deseos. Gracias por ser un buen hijo; yo te lo premiaré”. Y entonces verás que ese vacío que te dejan los hombres, cuando recibes mal por bien, te acerca a Dios, y te une más a Él, porque cada vez Amas más a Dios, y deseas estar cada vez más tiempo junto a Él en la oración. Y te identificas con Él en el sufrimiento, y Amas cada vez más, hacer buenas obras por Dios.


PUNTO 18

Niégate a ti mismo. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí, (y de Mi Amor por ti).
“En el sufrimiento tienes Mi Amor”, porque quien Ama de Verdad, sufre por aquel al que Ama. Y quién quiere (Ama), y quien sufre, y (Muere) de Amor, por alguien, A ESE AMA; y “ Quién Me Ama (así), Mí Padre lo Amará, y vendremos a Él, y haremos morada en Él”. Ese “Él”, eres tú, aquel donde mora la Sabiduría Eterna, cuando sufres, lloras, y Amas a los demás por Dios.

“Cuando veas esa cruz, cuando sufras desamparo y desamor, piensa que me estas Amando a Mí, al llevar esa cruz, y piensa que Yo te Amo también por llevarme a Mí en esa cruz".


PUNTO 19

Nuestra voluntad, es una voluntad que pende mucho de Dios. ¿Cuántas veces hemos querido hacer algo y no hemos podido?. ¿Y… cuantas veces no hemos querido hacer algo, aunque hubiéramos podido?. Que nuestra voluntad se confunda con la voluntad de Dios, y que sea su voluntad. No queramos hacer nuestra voluntad, solo la de Dios en nosotros. ¿Si hubiera nacido en otro lugar y en otro momento…? (pensamos), y ¡no te das cuenta, de que si así hubiera sido el nacer en otro lugar y en otro momento, ya no serías lo que tú eres ahora, ni tendrías lo que tú tienes ahora, pues todo lo que ahora tienes, se lo debes a lo que has vivido y sufrido en tu estado y vida pasada y presente!.

“Señor Dios, dame la gracia de ser y querer lo que soy, y de tener y haber lo que tengo, y no quejarme de lo que soy y que gracias a ello, de lo que soy y he sido, alegrarme de lo que seré, cuando Te posea”.

No esperes empujar nada, porque no eres caudillo. El caudillo es Dios, y tú eres un simple vasallo de un gran Rey. Como vasallo, que te muestres, como és tu Rey; un Rey que dice: “Quien quiera ser primero, que sea vuestro servidor…pues el Hijo del hombre, no ha vendido a ser servido…”. Sé tú también un vasallo servidor de tú Rey y de Su Reino de Caridad y Amor.


PUNTO 20

Tú eres moneda de cinco duros, que gustas a todos, cuando tu moneda es Dios. Si Dios embriaga a todo el que le conoce, ¿Cómo nó vas a embriagar tú también a todos los que le vean al verte a ti?. Pero Dios pide que no seas tú, sino que sea Él. Muere,… muere,… muere… en un olvidarte de ti mismo, para dejar que Dios y Su Espíritu te llenen; y cuando lo hagan, ya no pensarás que eres moneda roñosa que nadie quiere, porque quien ha conocido al Dios verdadero, ya no le puede olvidar jamás, y tu moneda serán perlas preciosas y rubíes: “todo un tesoro escondido para mostrar y que otros se regocijen junto a ti”.

Que tú carácter sea “dulce”, “abierto”, “jugoso”, con el sabor precioso de las perlas y tesoros que tienes dentro de tú corazón, y que tú santificación sea ofrecer a los demás esos tesoros dulces y preciosos, para que también compartan contigo tu misma alegría, pero… sin obligarles a tales, pues la calidad del Amor, que les es ofrecido, (por ti, a través de ti), exige también la calidad de la libertad, (que les permite también a ellos decidir).

…Y que tu santificación, no sea “mostrarles el camino”, sino enséñales a Dios, como tú lo conoces, porque lo Amas. ¡Y aún más!: qué no tengas ni que enseñarles a Dios, porque ya lo vean en ti, cuando vean “lo que rebosa de tu corazón y habla de tu boca”.


PUNTO 21

¡La abundancia de las razones, que hablan por sí solas del amor de Dios entre nosotros, entre los seres creados, entre las estrellas, entre la luz y el agua que nos da vida!.

…Suficientes razones que nos dan alimento y nutrición para no apartarnos nunca de Aquel que nos Ama, y que ha hecho Toda Una Creación, para solo nosotros, para que “la dominemos y sometamos”. ¿No son suficientes razones de Amor?.

Adán andaba con Dios en el paraíso del edén. Nuestro Dios se paseaba con Adán, y Adán no temía la presencia de Dios. ¡Que amor más grande de Aquel que te acompaña siempre, cuando como Adán, eres solo una criatura que no quiere ser como Dios, sino solo tener a Dios!.

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