En primer lugar, me presento, aunque esta web la conozco de antes de que incluso pitara tiempo atrás.
Mi testimonio no es nada original, y de seguro que no es objetivo, pero es el de un super que sigue siéndolo, pese a las vicisitudes y contrariedades con las que se encuentra en su vocación, y haberlas haylas. Sí, sí, cualquiera que me conoce y se entera que soy del Opus Dei, en seguida me pregunta: ¿túuuuuuu? ¡anda ya! Pero bueno, no me voy por las ramas, que el árbol tiene ya fuertes raices.
Mi relación con la Obra es, como en muchos casos, motivos familiares. Que si unos padres super, una hermana que fue auxiliar, etc. Yo hasta los 18 iba a mi bola. Sí, la Misa el domingo con los padres, estudiaba muy a mi pesar en un colegio de los suyos (becado, para más inri), y amigos numerarios algo pegajosos (un par de ellos precisamente se salió un año antes de que yo pitase, que cosas, y especialmente uno por ser gay). Digamos que las vicisitudes de la vida hicieron que mi relación con la Obra, aunque entré en una Universidad pública (¿no fuiste a Navarra? ¡que poco chic, oye! ¡pues no! mi familia no se lo podía permitir), aumentará. Y así, que si tal, que si cual, pues pita de super que es lo que Dios quiere de ti.
Pasados un par de años, yo, un chaval activo y con inquietudes, pues sería el agregado pefecto. Y eso querían. Pero yo me dije... ¿agregado? ¡Para eso me hago cura! Si tengo que escoger el celibato, sería de una forma plena y verdaderamente apostólica. Además, ya había acabado mi carrera. Uyuyuyuyuy, cuando lo dijé al director, y ya no te digo cuando lo escuchó mi confesor. El Vocal de San Gabriel, que ya en una convivencia me había llevado a un centro de agregado de Granada para que viera su labor (y de paso, pitase), me dijo que no, que lo mío era ser super y punto. Que yo era muy escrupuloso. Vamos, que los años en el seminario no habría bien pulimentado mi conciencia.
Ahora, 5 años después, vuelve a saltar en mi mente esa inquietud. ¿Y si Dios quiere de mi un paso más? ¿una entrega más potente, dicho sea de paso, con pleno sentido sobrenatural? Pues lo tengo crudo. Todos aquí ya sabéis la relación tan estrecha que se crea entre el super y los que le rodean. ¿Que no tienes novia? ¡te presento a otra super de tu edad! (que va, es más chica, xd) Y uno llega a pensar si todo lo que tiene, el trabajo, la pareja, es fruto de la gracia de Dios, o simplemente fruto de la casualidad y los factores que rodean a uno del Opus Dei. Pero en fin, dejándolo todo en manos de Dios, pienso que en el plan divino se cuece de todo, y que haga lo que haga, Él lo verá con buenos ojos, y mucho respeto a mi libertad humana. Eso sí, yo estoy hecho un verdadero líooooo.
Como epílogo, doy mi visión personal del Opus Dei: He pasado por numerarios y curas que me han amargado (no entro en detalles ahora, porque ya suficiente he dado la tabarra), pero la Obra no deja de ser Obra de Dios, que Dios pone en nuestras manos, aunque la carguemos auténticos borricos. Sin ánimo de ofender, un fuerte abrazo, y gracias por vuestra atención
Pitopaquepitestú (aaaaay, cuando la escuché en mi primera convivencia me descojonaba!!)
