Leo un escrito de Isabel Caballero en el que afirma que “El 30 de Septiembre pasado un correo cuestionó si Enrique Rojas Montes pertenecía al Opus Dei o no”. Falso de toda falsedad.

Mi carta, que interpela a Aquilina y a Ana Azanza (en ningún momento a la señora Caballero),  se pregunta en qué sentido los malos usos profesionales del citado médico pueden considerarse como prácticas institucionales del Opus Dei o no. Una de ellas, Aquilina, tuvo la delicadeza de contestar, lo que le agradezco profundamente. Sus argumentos no me convencieron demasiado, pero dejé morir el asunto.

Curioso: si hay algo que no cuestioné en ninguna línea de mi escrito del 30 de septiembre (puede releerse) es que Rojas sea supernumerario. La señora Caballero, no sé si a conciencia, porque no sabe leer o porque ya hacía algunos días que no se hablaba de “su tema”, el dr. Rojas y necesitaba un pretexto para volver a la carga, vuelve una vez más, a “encontrar” cosas donde no las hay.

 Jiménez