Caso ALEXIA.- japón
Fecha Wednesday, 28 October 2009
Tema 010. Testimonios


Deseo intervenir, aunque hacerlo implica “desnudarse un poco”, perdonad, por tercera vez en este foro, aunque ahora entre menos a la página, por no obsesionarme (soy un poco obsesivo y curioso). Agustina me recomendó viera la película CAMINO y como en mi ciudad estuvo muy poco tiempo en cartel, la vi en Madrid. A partir del premio la volvieron a poner en mi ciudad, si bien, también poco tiempo, quizá por falta de demanda. ¿Por qué la titularon CAMINO y no ALEXIA?

            La verdad, no me gustó. Tiene cosas buenas: las dos historias simultáneas, la de la obra de teatro del colegio y Alexia en el hospital, daba agilidad. Pero, aunque el director quisiera unir los aplausos de la obra de teatro con los de la muerte, no creo real que aplaudieran a su muerte. ¿Dónde se ha visto eso? Aplaudir, ¿a quién?, si Alexia ya no vive. Cuando sale el ángel de la guarda se le ve un demonio, cuando el ángel siempre es fuente de paz y consuelo. Creo que describe bien la terrible enfermedad, calvario, de Alexia, pero no ni el de la madre, ni el del capellán. Ellos no son así.

            A mi madre, anti-opus, le gustó: los retrata dijo, pero ella está influida por el año que estuve allí y salí enfermo. “Te han cambiado” y era verdad. Los directores me trataron mal, quizá por su juventud. Pero todo eso es agua pasada y si el Señor lo permitió era lo mejor que me podía pasar. La depresión del 75 pasó, mi trastorno bipolar sigue controlado, no he sido un empresario cristiano como pensaba al empezar la carrera en la Comercial de Deusto, pero he trabajado 22 años en Telefónica y ahora me han dado la incapacidad y me ocupo de voluntariados más gratificantes para mi que el trabajo tedioso de Telefónica y más útiles a la sociedad. Creo que soy tan feliz como se pueda ser. (Ver artículo “mi caso”).

            Comprendo que criticar a la Obra venda y que los jueces de los premios son los que son. Pero el alfa y omega, me dio la razón. No es una película verídica.

            En el caso Alexia lo prodigioso es su fortaleza, claro don de lo Alto. Si no, no se entiende la forma de llevar su enfermedad, una chica tan joven. No sé si estaba platónicamente enamorada, algo normal en su edad. ¿Quién no ha tenido un amor platónico? El mío se llamaba Rosa, como dije en “Mi caso”. He leído el libro sobre Alexia de María Victoria Molins y está bien. Creo que se acerca más a la realidad.

            En este tiempo he leído el libro de Messori. Como el de Allen, no siendo periodistas de la Obra, la ponen bien. Allen conoce a ODAN y a libros libres y ha tenido en cuenta los casos llorosos, como los vuestros. La pregunta es: “¿son casos particulares aunque muy frecuentes, o la culpa es del sistema?”. Para mi son casos particulares. El sistema genera santos, como lo podemos ser tanto los fieles como los ex. Respecto a la vida interior veo que la Obra usa mucho la meditación de los libros del llamado en mis tiempo, el Padre, ahora, S. Josemaría. En Talleres de Oración y Vida se emplean muchas formas de orar, y se aconseja la Biblia como libro de referencia. ¡Que bueno sería, como decían en las meditaciones, que muchos miembros hicieran un taller! Podrían navegar por el mundo de la oración con las velas desplegadas…

            Respecto de la Obra, ¡qué cantidad de laicos comprometidos en la vida pública! ¡Cuánta gente preparada y dando testimonio en tantos campos profesionales! La Obra está admitida por la Iglesia y Josemaría, su fundador, es santo; aunque no sea de vuestra devoción. A mí me gustan S. Pablo, cuyo año hemos celebrado este curso, S. Francisco de Asís y Sta Teresa de Lisieux, aunque no todos los seguidores de esas órdenes vayan a ser santos. Hay de todo en todas partes.

Javier Pueyo Usón, alias japon           









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