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Antrax te saluda

Iracundo Señor Anido:

Lamento no poder polemizar en torno a las similitudes de esta página con el programa "Tómbola", dado que nunca he dedicado mi tiempo a la contemplación de lamentables subproductos de esa índole.

Sin embargo, sí que quisiera realizar algunas observaciones respecto a su carta del 2 de mayo, fecha sumamente apropiada para la exaltación patriótica y otras vehemencias, como queda a la vista.

Abunda usted en valoraciones fisio-escatológicas que no dejan de sorprenderme. Por ejemplo cuando glosa los eventuales desarreglos intestinales del amigo Satur, dato del que no tenemos constancia y, de ser cierto, lamentaríamos solidariamente. Por ahora sólo sé de él que goza de buen humor envidiable.

Descubro con perplejidad que usted considera la menopausia como una patología, siendo así que se trata de un fenómeno natural asociado a la edad de las mujeres, tan respetable por lo menos como la decadencia sexual masculina, igualmente relacionada con el ciclo de la vida. Claro que alguien que utiliza el calificativo "maripilis" para referirse a las damas puede incurrir en ese error y en otros menos leves.

Por fin, constato que ha comprobado personalmente y valorado en todo lo que merece la excelente dotación genital de todos y cada uno de los miembros del Opus Dei "con un par". Ha debido de ser una tarea fatigosa, casi extenuante. Añadiré que la excelencia testicular no implica necesariamente la posesión de otras virtudes, pese a lo que circule como especie verbal en determinados círculos castrenses o para-castrenses.

En otro orden de cosas, celebro que haya sido extraordinariamente feliz a lo largo de sus años de permanencia en esa institución, de la que sigue obteniendo cuantos beneficios solicita (oiga: ¿no me conseguiría un crédito preferencial con el amigo Termes?), pero eso no le autoriza a hablar despectivamente de "complejos, angustias existenciales", etc. que manifiestan personas que, al parecer, no han disfrutado de su deliciosa experiencia y las han pasado y, en algunos casos, las siguen pasando moradas. Me parece perfectamente innoble despreciar el sufrimiento humano.

Finalizaré haciéndole observar que personalmente me permitiré siempre que me venga en gana "meterse con los santos", si es que eso quiere decir criticar a personas canonizadas por una Iglesia de la que no soy miembro; particularmente si encuentro más que objetable el perfil y conducta de los canonizados.

Respecto a la utilización de seudónimos, preciso será aclarar que muchos de los firmantes recurren a ellos por razones de precaución elemental, otros, como es mi caso, por deferencia a personas allegadas pertenecientes al Opus Dei que pudieran sentirse dolidas o simplemente molestas.

Así que firmo

Antrax