Para Eav,

dices que nadie es capaz de convencer a niños tan pequeños de nada, (y que por eso no tuviste inconveniente en matricular a tu hija en una guardería de la red Kid’s Garden, que funciona dentro del ambiente opus).

La experiencia que yo tengo es totalmente distinta.  Los niños no olvidan nunca lo que aprenden en kindergarten, para bien y para mal. Es ahí donde aprenden para siempre algo fundamental: qué cosa es la autoridad legítima, y como relacionarse con ella de un modo digno: qué cosa son las fronteras de la intimidad, y como defenderlas. Por eso es tan difícil la elección del kindergarten: porque lo que allí se enseña no son sobretodo contenidos académicos, aunque existan también. Se enseña – o no - a ser personas serenas, con libertad de conciencia actuante. (All I really need to know, I learnt in kindergarten).

Los niños, estimada Eav, son sólo niños, no son tontos, y piensan, siempre con extremada seriedad, sin parar, con una lógica demoledora, implacable: inocente. Son personas desde el inicio, realmente incontrolables desde el inicio, y creo que te equivocas trágicamente si piensas el contrario: esa es la esperanza del opus, precisamente.

Un abrazo,

Carocha