El mundo se me puso de cabeza.- Nadie
Fecha Monday, 12 October 2009
Tema 010. Testimonios


Hola a todos, vuelvo a entrar y escribir en este blog porque quería contarles lo que me ha pasado en los últimos tiempos, para compartirlo con ustedes y esperando que le pueda servir a alguien.

Hace algún tiempo, sintiendo un vacío interior, me puse a navegar por la WEB y encontré OpusLibros, luego llegué a VuelaLibre, ambos fueron mi consuelo y compañía en momentos difíciles, sobretodo porque me encontré con personas que tenían algo muy importante en común: todos pasamos por el Opus Dei y me maravilló descubrir que sus historias eran similares a la mía, algo que no imaginaba. Hace unos 40 días estuve muy enferma y, si bien no es algo realmente serio, cuando tu salud se pone en riesgo, por lo menos a mí me pasó en ciertos momentos de la vida, te planteas el tema de la muerte. Fue así como, otra vez navegando, buscando ‘algo’ para mi alma inquieta encontré unos Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Los que me han leído en VuelaLibre saben que tengo especial cariño por los jesuitas y así me anime a entrar y a hacerlos (les pongo el link por si les interesa) Bueno, durante el recorrido de los mismos, Dios me hizo ver muchas cosas, algunas quería compartirlas con ustedes.  

Si bien es cierto que sufrí y Dios sabe cuanto dentro la Obra, Él, por un misterio inexplicable ahora para mí, lo permitió, traté por ello de buscar lo positivo de ese ‘paso’. Por otro lado encontré rencor en mi corazón y comprendí que ese sentimiento no daña sino a mí. Traté y sigo tratando de perdonar. No es fácil, hay heridas y algunas están abiertas, otras se cierran y los recuerdos las abren de nuevo, pero tengo el deseo sincero de hacerlo, mientras no lo haga, no tendrá mi corazón toda la paz que necesita. Por eso me alejé de OpusLibros y VuelaLibre, porque el seguir leyendo me produce más dolor, remueve los recuerdos, abre las heridas y siento rencor, no quiero sentirlo ya, necesito esa paz que solo la da el perdón. Además, tuve la oportunidad de recordar las verdades que nos enseña nuestra Iglesia, porque, como les conté, mi fe y mi espiritualidad nacieron en mi hogar, por ello, dejar el OD no significa dejar mi Iglesia (algo que además queda muy claro en la presentación de OL y VL: no están en contra de la Iglesia), por ello recordé lo que escribí sobre la libertad de conciencia en dos de mis escritos y si bien sigo pensando que ese recinto sagrado que es la conciencia, donde “ni Dios se atreve a entrar” si no le abrimos las puertas, también comprendí que no tengo que dejar que el dolor de lo pasado interfiera en mis creencias en las verdades que tan sabiamente, como Madre que es, nos da la Iglesia, precisamente porque si me alejo de ellas, si las interpreto y/o acomodo a mi estilo y según mis necesidades, no hallaré esa paz que busca mi corazón.

Espero que mi experiencia les ayude, les animo de todo corazón a perdonar. Nuestro paso doliente por el OD es real, no podemos volver atrás, pero me ayudó mucho pensar en la Pasión de Cristo y legué a agradecerle el permitirme compartir un poquito de Su dolor. Les deseo lo mejor, especialmente la paz interior en el perdón, repito, las heridas están, pero el primer paso es desear perdonar y pedírselo a Dios con todo el corazón, como un don. Con mucho cariño,

Nadie









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