Lo primero que quiero decir es que me duele mucho que en la puesta al día anterior, la del viernes pasado, faltara mi apoyo a Agustina en la última de las polemicas que de vez en cuando salen en esta pagina. Lo siento, pero unos cambios radicales que están pasando en este momento en mi vida me tienen muy ocupada y no siempre consigo estar al día en la lectura. Entendemonos: no me escandaliza que haya polemicas entre nosotros. Somos vivos, no tenemos censuras –¡gracias a Dios!- y es normal que por ser tan distintos de vez en cuando no nos encontramos de acuerdo. Lo que pero sí me parece totalmente inadecuado es que en esas polemicas enrollamos a Agustina, que siempre ha demostrado de tener una especial capacidad de obrar con una inmensa prudencia y ecuanimidad en llevar adelante la pagina, una capacidad enorme de conjugar la libertad de opinión de todos, de los de fuera y de los de dentro, de los criticos y de los en buen plan, de los teoricos y de los praticos, y posiblemente muchas veces se habrà tapado la nariz por no denegar a nadie, ni a gente que se encuentra muy lejos de sus posiciones y opiniones, el derecho de hacer escuchar su voz en esta pagina. Pero que justamente nos recuerda que esta pagina es suya, no en el sentido que la hace ella sola, pués el valor de la pagina de Opuslibros es precisamente el de recoger tantos testimonios distintos y tan diversas experiencias como las de cada uno, sino en el sentido de que sin su trabajo diuturno y su total dedicaciòn –de tiempo, de fuerzas y economica también, para que nadie el día de mañana pueda insinuar que haya aquí algún interés que no sea el de buscar la verdad y la justicia- sin todo eso esta pagina ni existiría ni seguiría tan viva y tan eficaz...

Entre nosotros podemos discutir y hasta reñir de vez en cuando, pero hay personas que viven tal dedicación que solo merecen nuestro apoyo, nuestra complicidad incondicional, pués no podemos exigir que cambien de criterio a cada sugerencia, a cada critica, a cada reclamo. Esto no nos exime, por supuesto, de entrecambiar opiniones privadamente cuando algo puede parecer que no se ajusta a exigencias de verdad, o de justicia, o de lo que sea.

Yo no pido que seamos acriticos, sino que, antes que todo, seamos leales y realmente amigos de los que nos hacen bien y nos quieren. Y Agustina es una de esas personas en nuestra vida. Y como tengo la suerte de ser muy amiga suya, no quiero que falte mi voz de apoyo y de cariño por ella, aunque sea en retraso y aunque no diga nada nuevo. Y apoyo incondicionalmente el último escrito de Ebe. Hasta ahora me he callado frente a escritos de personas, unas cuantas también amigas y a las que le tengo cariño, que anunciaban con cierto alarde que se iban de la web o que dejaban de participar activamente, casi como un castigo para los demás que actuabamos erroneamente. No lograba exprimir mis razones, pero me parecía muy equivocada esa forma de actuar. Las razones de Ebe me parecen, como siempre, muy acertadas y muy agudas.

Yo –no sé, a lo mejor por ser italiana y por tener cierta mentalidad que a menudo y muchas veces a razón no es muy apreciada en el exterior, pero que tiene sus rasgos positivos- no logro entender por que hay que enfrentarse tan violentemente entre nosotros por ver las cosas con matices distintos. A mí me interesa lo que cuenta Isabel Caballero –que sí que tiene que ver y mucho con las problematicas opus- y lo que comenta Atomito al correo de Jimenez. Creo que es positivo que entre nosotros intentamos medir y controlar la información que circula en la pagina, no en sentido de censura sino más bien diria de “proporciones editoriales”. Cada uno tiene derecho de comentar y disentir, aunque -¡claro!- a cada unos nos gusta más cuando la gente aprueba y comenta positivamente lo nuestro. Lo que pasa muy a menudo, me parece, es que nos dejamos tomar la mano, nos reventamos, y más que comentar y criticar opiniones y actuaciones, desaprobamos personas, en su totalidad.

Yo creo que esa pagina tiene que ser un gimnasio en el que la gente –cada uno de nosotros- se entrena a una actitud de democracía que opina sobre puntos de vista, opiniones, juicios, pero siempre deja salvas personas e intenciones interiores, pués si es cierto que la democracía tiene muchos defectos, tambin es cierto que otras formas de organizarse tienen más. Y además un gimnasio de ser adultos, pués como muy acertadamente escribe Ebe, no es muy de adultos enfadarse porque la realidad –la realidad que cada uno somos- no coincide con lo que nos gustaría. Nadie nos obliga a entrar y participar en esta pagina. Mientras que haya opiniones y juicios que no compartimos, podemos participar sin descalificar personas que piensan y actuan de forma distinta de la nuestra. Cuando las discrepancias llegan a no compartir las ideas basicas de la pagina, podemos dejarla sin alardes de disilusión o de incomprensión, dispuestos a dar explicaciones a quien le interese pedirnoslas privadamente. Por respeto a Agustina y a cada uno de los que participamos.

Perdón por subrayar y evidenciar unas pocas palabras: puede ser poco elegante de mi parte hacia vosotros que leeis, pero como hablo mucho, no soy sintetica, me importaba mucho subrayar specialmente esas ideas. ¡Ah! Y me añado al pedido general de que vuelva a escribir Satur, pués un poco más de sentido del humor lo necesitamos, además de que aprendimos a quererle como a un amigo. Y los amigos se hechan en falta.

Un abrazo muy grande para Agustina y para todos,
Elena