Por si sirve para entender:
Veo que muchos apoyáis a Isabel Caballero pero sin estar seguros de si Rojas es supernumerario, si es psiquiatra... me parece que hay que apoyar sabiendo a qué se apoya, no apoyar por apoyar.
Tenemos los documentos y se han publicado, yo misma pedí uno al colegio de médicos de Madrid. Y lo pone bien clarito "no consta como psi", y hay otros dos del consejo general de médicos de España, todavía peor: en 2002 "tenía la especialidad" y unos años más tarde "no la tiene". La Complutense al menos es constante en sus afirmaciones: siempre han dicho cuando se les ha preguntado que no es catedrático en esa universidad.
En la web que para mi gusto cada vez se va pareciendo más al mundo normal hay gente de muchas opiniones y puntos de vista sobre el mismo tema. Y ya está. Cada uno lee lo que quiere, esto es un puchero y con tu cuchara sacas lo que te aprovecha.
Yo me he implicado con la denuncia de Isabel y he leído con detenimiento muchas de las cosas que ha escrito. Enrique Rojas es un caso claro de encumbramiento social y económico gracias al opus dei en España. No es el único, los hay a cientos. Pero este caso tiene además el dolor de que hace algo muy caracteristico: sacarle a la gente el dinero a base de decirle que está enferma, que tiene que acudir a su consulta porque lo necesita sin necesitarlo, y pone unas tarifas astronómicas. Lo mismo que hace la institución opus dei con sus miembros, medicación hasta el atontamiento. ´
Como española me da un poco de bastante vergüenza que, dicen, somos una democracia, ¿octava potencia económica? mejor no tocar ese tema, ZP es entrevistado por la CNN y está en la reunión del G20... estamos en la Unión Europea, y resulta que hay un señor que, dado que una potente institución lo apoya, se puede permitir el lujo de publicar bestsellers durante 25 años escribiendo que es catedrático de universidad y que es psiquiatra siendo una pura falsedad. Lo mejor, los que lo saben se callan porque el opus es intocable en España.
Ahora mismo se me cae la cara de vergüenza de pensar que en mi país pasan estas cosas. ¿No hay control con el intrusismo médico? ¿Como puede permitir la justicia española que se juegue de esta manera tan infame con la salud mental de los ciudadanos? por favor, mientras nos dan la lata con la absurda gripe A... Isabel se fió de ese señor pensando que era catedrático universitario, y tomaba una medicación que no necesitaba por receta suya.
Y cuando Rojas se forra el Opus se forra. De eso no tenemos duda, es una gallina de los huevos de oro. Rojas es relativamente famoso en este país. Se aprovecha de que hay otro conocido psiquiatra español trabajando en NY, Rojas Marcos, y la confusión, quieras que no, ayuda. Ex ministros de los gobiernos de Aznar (1996-2004) Ana Pastor ¡ministra de sanidad! (madre mía que barbaridad...), Mayor Oreja (ahora cabeza del PP en el europarlamento) le han hecho presentaciones de libros...
No sé, a veces pienso que vivo en otro mundo y que mis valores no son los valores de la sociedad en que me muevo: ¿Cómo puede alguien de la categoría de un ex ministro presentar un libro en España a un charlatán? ¿y no asegurarse de si es verdad lo que dice de sí mismo? ¿o es un caso más de que el opus dei está por medio y amen a todo?
Me interesa sobremanera este caso, además de las atrocidades que los opus han cometido con nosotros están las atrocidades que cometen con su enorme poder de compra. Isabel es una de las muchas víctimas de ese señor que ha contribuido sin saberlo a aumentar el capital opusino.
Francamente, no hay derecho a que una esté tranquilamente en su casa y te despierte de madrugada la policía porque un impostor psiquiatra compinchado con tu marido medio opus ha decidido ingresarte en una clínica psiquiatra sin tu necesitarlo ¡orden judicial por medio!. Isabel tuvo literalmente que huir por los campos con lo puesto para escapar de un internamiento psiquiátrico. Y no una sino varias veces. Me pongo en su pellejo: mañana de madrugada tocan a mi puerta y viene la poli con orden judicial de internamiento y me da un patatús sólo pensarlo. Como en los tiempos de Hitler, pero en la España contemporánea.
La cuestión era muy simple: Isabel creó una empresa, tuvo suerte, hizo dinero, y al tío Gilito que todos conocemos se le caía la baba con el pastel que había antes sus narices. Sólo había un problema: la propia Isabel a la que pertenecía la empresa. Había que quitarla de en medio. Lo mismo le pasó al dueño de una empresa de autobuses, José Saturio. Son dos de las muchas víctimas de este señor.
Es un escándalo que gente así siga suelta y dando charlas a curas como ha hecho hace una semana Rojas en Granada. Hay que ver los curas con su puntería para escoger al único psiquiatra catedrático español que no es ni una cosa ni otra. Y es doblemente curioso porque mira por donde en Granada sí hay un supernumerario psiquiatra catedrático universitario, Manuel Gurpegui. No me digáis que no es chocante: tienen el verdadero y ponen el falso.
En fin es tanto lo que se podría decir que como ciudadana, doy clase de ciudadanía en un instituto público, intento poner mi granito de arena para que la democracia en este país sea más que meras palabras.
Ana Azanza
